El alcalde de Donostia, Odón Elorza, afirmó ayer que el presidente de Adif, Antonio González, le comunicó que no se plantea instalar la estación del tren de alta velocidad de Atotxa en ninguna dependencia del edificio de Tabakalera. A tenor de sus declaraciones, el acuerdo alcanzado en el Congreso por su partido y el PNV, con la finalidad de que la futura estación del TAV «se adecúe a los desarrollos previstos para la estación de autobuses y Tabakalera, sin afectar a su proyecto cultural, de manera que se cree un único espacio integrado, que si fuera el caso pudiera ser soterrado», no habría sido tenido en cuenta por el operador de infraestructuras ferroviarias. El primer edil aseguró que el presidente de Adif le manifestó que «ni el sótano, ni los 6.000 metros disponibles por el momento en Tabakalera presentan para Adif ningún interés, ni son de utilidad».

En este ir y venir de declaraciones respecto al último «roce» respecto a Tabakalera, Elorza arremetió contra «el desconocimiento del proyecto Tabakalera y las ganas de enredar que han evidenciado algunos representantes del PNV», que han defendido emplazar la estación en los bajos de la antigua fábrica y a los que recordó que hace cinco años «no apoyaban la entrada del TAV hasta el centro de la ciudad y hablaban de una solución mediante lanzadera desde Astigarraga». Según Elorza, el responsable del gestor de infraestructuras ferroviarias le ha garantizado que la estación estará construida en 2016 e incluso puede que la obra finalice en 2015, ya que Adif convocará este próximo julio un concurso público.

El proyecto deberá buscar la integración de la estación con la futura terminal de autobuses y con Tabakalera, además de asegurar la intermodalidad y funcionalidad. La marquesina artística de hierro y cristal de la estación actual, así como la propia terminal, se mantendrán para el servicio de cercanías de Renfe, mientras que ninguno de los proyectos del nuevo edificio afectará a las casas de vecinos del área de Atotxa próximas a las vías.