Los prisioneros políticos vascos encarcelados en la cárcel francesa de Fleury-Merogis anunciaron ayer mediante el movimiento pro amnistía que han abandonado la protesta emprendida la semana pasada, después de lograr un acuerdo con la dirección carcelaria. Entre otros puntos, el carcelero, cuya actitud hacia los vascos detonó el conflicto existente, no podrá tener contacto alguno con los prisioneros políticos vascos.

Cabe recordar que el pasado 15 de enero, en la cárcel de Fleury Merogis, una de las madres de los presos políticos vascos sufrió un ataque de ansiedad en el locutorio de visitas. Ante la inasistencia de los carceleros -quienes incluso se ríeron de los familiares, según denunció el movimiento pro amnistía- el marido tuvo que romper el cristal, por lo que fueron sancionados con el veto de visitas.

A raíz de ese suceso, los vascos emprendieron protestas que se fueron agravando ante la actitud de uno de los funcionarios hacia ellos. Ayer, el movimiento pro amnistía informó de que la dirección carcelaria se ha comprometido a investigar lo ocurrido el 15 de enero y a que el citado carcelero no va a tener contacto alguno con los presos políticos vascos.

Movilizaciones

Por otro lado, también informaron de que entre los días 10 y 15 de febrero, los presos Mikel Karrera y Joseba Fernández han estado en el mitard, como castigo por realizar una encartelada.

Asimismo, en defensa de los derechos de los presos políticos vascos, el lunes, en Laudio fueron 44 los movilizados, 27 en Gernika, 36 en Iurreta, 19 en Otxarkoaga, 10 en Zaldibia, 6 en Euba, 15 en Bermeo, 70 en Ondarroa, 19 en Ataun, 22 en Ordizia, 20 en Pasaia-Trintxerpe, y 8 en el barrio donostiarra de Añorga.