Una carrera, la de Ferrero-Waldner, que Arantza Quiroga introdujo como «un ejemplo de lo que se puede conseguir con empeño, trabajo, dedicación y esfuerzo». En sus propias palabras, Ferrero-Walder habló de su salto a la política por la vía de la diplomacia. En Austria, fue Secretaria de Estado para Asuntos Exteriores en un gobierno en coalición de su partido, ÖVP, liderado por Wolfgang Schüssel, y la formación ultraderechista FPÖ, con Jörd Haider al frente. En 2004 se convirtió candidata de su partido -el «PP de Austria», según ella describió-. Su derrota electoral de debió, a su juicio, a que «Austria no estaba preparada para estar presidida por una mujer». Curioso concepto en una conferencia que se le suponía carácter feminista, al llevarse a cabo con motivo del aniversario de Clara Campoamor, luchadora por el derecho a voto y educación de las mujeres.

La parte más interesante de su carrera arranca al dejar la política en febrero del año pasado. Desde entonces, forma parte del Consejo de Administración de las empresa Gamesa y MunichRe, es asesora del Arquitecto Norman Foster y patrona de fundaciones como Príncipe de Girona, entre otras.

Este fue el ejemplo que el Parlamento de Gasteiz quiso ofrecer con el objetivo de romper el «distanciamiento entre las instituciones y la juventud». Desde luego no parece una posibilidad desdeñable para una persona joven que tiene que hacer frente a una tasa de paro de entre 16 y 24 años del %25,1, triplicando la tasa general, según daba a conocer el Eustat en enero. Una juventud que, además, tiene que sufrir las peores condiciones laborales que derivan en el doble de probabilidades de sufrir un accidente laboral. Una solución al futuro oscuro que los jóvenes, en especial las mujeres, ven con la reciente reforma de las pensiones y otros recortes sociales.

La conferencia fue una iniciativa conjunta de la Cámara de Gasteiz y de la Asociación Clara Campoamor, cuyas delegadas también estuvieron presentes durante el acto.

Quiroga explicó el objetivo: «Trabajar por un Parlamento más abierto, más participativo, en conexión permanente con los ciudadanos y vosotros, los jóvenes, sois un segmento de la población que tenéis mucho que decir». Los mecanismos que planteó la presidenta de la Cámara en esta participación fueron el empleo plataformas on-line o actos como el de ayer: una conferencia.

Una imagen juvenil sesgada

Los receptores del mensaje escuchaban, o en muchos casos simplemente oían, desde los escaños en los que se sientan habitualmente los parlamentarios. Una mirada general basada en aspectos superficiales, como el estilo de vestir o el color del uniforme escolar, despertaban sospechas sobre lo sesgada que podía haber sido la convocatoria.

A la cita estaban invitados estudiantes de segundo ciclo, todas las universidades y algunas asociaciones. Fuentes parlamentarias argumentaban que el listado completo de invitados era secreto, aunque añadían que habían sido invitadas la totalidad de las universidades. Una breve consulta entre estudiantes de la UPV de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia mostraba su total desconocimiento del acto, a pesar de que una circular interna de la facultad de derecho estaba visible en la web.

De hecho, uno de los grupos más numerosos de la sala provenían de Edución Secundaria. Los institutos seleccionados respondían, según las mismas fuentes, a los que ya habían visitado el Parlamento. GARA pudo comprobar que entre los asistentes estaban Gaztelueta de Leioa, un colegio privado concentrado vinculado al Opus Dei.

Así describen en la web oficial del centro escolar su unión con el colectivo católico conservador: «Influye en todo: Gaztelueta es lo que es gracias al espíritu del Opus Dei». Desde Gasteiz estaban invitados el alumnado de Urkide, antiguo Ursulinas. También estuvieron presentes estudiantes de Hijas de la Cruz de Santurtzi, un colegio formado por la congregación del mismo nombre. Sin conocer todavía la lista completa de los invitados, es evidente que las «puertas abiertas» de la Cámara que preside Arantza Quiroga no lo estaban de par en par.