El San Antonio afronta con la cautela propia de medirse ante un rival balcánico que juega en su cancha la vuelta de los octavos de la Recopa frente al Izvidac -City Sporthall Ljubuski, 19.00-, pese a que en el encuentro de ida los de Juanto Apezetxea acumularon una ventaja de siete goles (36-29) que esperan mantener en la complicada pista bosnia.

Además de la dificultad por jugar el segundo partido lejos del Universitario, los albiazules deberán hacer frente al cansancio del viaje y la acumulación de partidos, así como a los problemas físicos que tienen algunos hombres, caso de Víctor Álvarez -pequeño esguince en el pulgar-, Borragán, Alberto y Eloy, éstos últimos con problemas en el hombro y pies, respectivamente.

Pese a ello, su técnico se mostró «confiado en poder pasar esta eliminatoria, aunque también tengo mis dudas por las dificultades que nos vamos a encontrar. Sufriremos en todos los aspectos, tanto en el apartado físico como en el psicológico, pero sé que los chavales se van a dejar la piel porque está en juego el pase a cuartos», manifestó Apezetxea.

Al preparador navarro le preocupa lógicamente la atmósfera hostil que se van a encontrar. «El ambiente se ha caldea- do esta semana por un tema de la bandera bosnia en nuestro pabellón y el partido me huele a encerrona, por lo que habrá que estar muy serios y jugar con mucha cabeza», advirtió.

Itxako, en busca de la final

Itxako aspira a revalidar el título copero y, para ello, deberá superar al Mar Alicante -Pabellón Antonio Moreno, 17.00- en las semifinales, después de sufrir mucho para doblegar en cuartos al Elche. Patri Pinedo dio el susto del suave entrenamiento al dañarse en el tobillo derecho, lo que no le impedirá ser de la partida.

Las de Ambros Martín dedicaron la tarde a relajarse realizando un viaje por la isla, necesitadas como están de un cierto respiro ante el ajetreado calendario que vienen soportando durante las últimas semanas.