El Arsenal está de capa caída. Si hace dos semanas perdía la final de la Copa de la Liga ante el Birmingham y el pasado martes caía eliminado en la Champions por el Barcelona, ayer fue el Manchester United el que le apeó de la Copa en la eliminatoria de cuartos de final (2-0). A los londinenses ya sólo les queda la Premier, donde marchan segundos por detrás precisamente de los red devils.

En Old Trafford, Fabio Da Silva adelantó a los locales poco antes de la media hora, aprovechando un rechazo de Almunia tras un cabezazo del Chicharito Hernández. El momento clave estuvo en el arranque de la segunda mitad, cuando el guardameta Van der Sar desbarataba dos ocasiones consecutivas del Arsenal y, en la siguiente jugada, Rooney anotaba el tanto definitivo.

En el otro partido disputado ayer, el Bolton sorprendió en Saint Andrews (2-3) al Birmingham. Los visitantes se adelantaron en el minuto 21 con gol de Elmander, Jerome empató (m.38), Davies puso el 1-2 de penalti (m.60), Phillips igualó nuevamente (m.80) y el surcoreano Lee Chung-Yong dio el pase a semifinales a su equipo en el 90.

Golea el Bayern, cae el Dortmund

En la Bundesliga, el Bayern de Múnich se rearmó moralmente antes de su eliminatoria de Champions ante el Inter con una goleada sobre el Hamburgo (6-0). Robben fue el protagonista, con las tres primeras dianas, mientras que Ribéry -otro de los hombres destacados en los bávaros-, Müller y Westermann, éste en propia meta, redondeaban la cuenta. Los de Van Gaal son cuartos (45 puntos) a la espera del Mainz-Leverkusen (15.30), quinto (43 puntos) contra segundo (49), respectivamente.

El líder, Borussia de Dortmund, sufrió en el campo del Hoffenheim su primera derrota de la segunda vuelta (1-0), con gol del bosnio Ibisevic en el 63. Los de Jürgen Klopp podrían ver hoy cómo su ventaja se reduce a 9 puntos.

En Gelsenkirchen, el Schalke celebró su pase a cuartos de la Champions superando al Eintracht (2-1). Jurado adelantó de penalti a los locales (m. 45) gracias a una picardía de Raúl, quien se «escondió» tras el portero rival para, cuando éste rodó la pelota por el suelo, robársela y forzar la pena máxima. El griego Tzavellas empató en el 70 con un pelotazo más allá de mediocampo que se tragó Neuer y el también heleno Charisteas, que acababa de salir, desniveló la balanza en el 84.