«El Ayuntamiento no ha cedido a las presiones de Petronor»
Este muskiztarra de 51 años, diplomado en Enfermería y funcionario en excedencia del Ayuntamiento de Bilbo, afronta los últimos meses de mandato como alcalde -se presentará a la reelección en los comicios de mayo por EA- afirmando con rotundidad que han puesto a Petronor en su sitio.
Agustín GOIKOETXEA
Las relaciones con Petronor, aunque trate de negarlo el alcalde de Muskiz, han sido uno de los asuntos estrella en el mandado que está a punto de finalizar. Gonzalo Riancho rechaza que las dimisiones en las filas de Eusko Alkartasuna -la última, la del delegado de Medio Ambiente, Marcos Cuco- hayan tenido que ver con el trato dado a la compañía petrolera. Niega las acusaciones de su ex compañero de partido, quien no se sintió arropado en el equipo de gobierno.
Muchas dimisiones en su grupo municipal en cuatro años de mandato. ¿Es Petronor un asunto que quema?
Las dimisiones dentro del grupo municipal de EA no han tenido que ver con Petronor. La primera fue por amenazas a nuestra concejala Marga; la segunda, porque el alcalde tuvo que hacer respetar la ley en cuanto a la representación municipal; y la tercera concejala que dimitió alegó razones de salud.
Petronor, como dice su presidente [Josu Jon Imaz], probablemente no es el vecino más guapo de Muskiz, pero es un vecino más, con sus derechos y sus obligaciones. Lo que le pedimos es que respete las leyes, que ponga todos los medios a su alcance para que su impacto visual y ambiental sea el menor posible, y que, dentro de sus posibilidades, apoye a las asociaciones culturales y deportivas del municipio.
El último en abandonar el Consistorio ha sido Marcos Cuco.
Lo de Cuco era una dimisión anunciada hace más de dos años. Ya en diciembre de 2008 pidió que se le buscase un sustituto, alegando que no podía asumir el resultado de una votación interna en EA de Muskiz. Más tarde, unió su voto a los del PNV para tirar abajo decisiones del equipo de gobierno. Debo recordar que en Muskiz gobernamos con un acuerdo con el PSE; por cierto, en su momento, Cuco fue el mayor partidario de ese acuerdo. En enero de 2010 se dio de baja del partido y últimamente, en febrero de 2011, dimitió como concejal 26 meses después de anunciar que iba a hacerlo. Una forma un poco rara de demostrar coherencia, pero cada uno es responsable de sus actos.
¿Ha apoyado la Corporación a Marcos Cuco?
Prácticamente todas las propuestas que el Departamento de Medio Ambiente ha presentado en estos casi cuatro años, han sido aceptadas por el equipo de gobierno, aunque en la última etapa él ya no formara parte de la Junta de Gobierno Local: actuaciones en la playa, regeneraciones ecológicas...
Hay quien cree que, al final, el Ayuntamiento de Muskiz ha cedido a las presiones de la petrolera y ha otorgado algunas licencias con poco rigor.
En ningún momento el Ayuntamiento ha cedido a presiones de Petronor. La muestra es que tiene recurridos 19 millones de euros que le exigimos en concepto de ICIO de las obras de la planta de coque; se le ha hecho respetar la ley en el uso del terreno detrás del polideportivo (llevaba 20 años utilizándole sin respetar su uso), se le ha actualizado el Impuesto de Actividades Económicas (1,4 millones de euros más al año). En cuanto a las licencias, se le han concedido sin perjuicio de los permisos de otra entidades implicadas.
El complejo petroquímico crece y, con ello, el temor de los vecinos. ¿Hay razones para dudar de la seguridad?
El riesgo de accidentes existe, y más con una empresa de estas características. Por eso, las administraciones han sido estrictas al exigirle las mayores medidas correctoras posibles. Desde luego, debemos estar vigilantes.
El PNV pacta en Madrid la continuidad de Petronor por otros 40 años. No parece muy coherente con lo que defendía el grupo jeltzale en Muskiz...
En el asunto de la ampliación de Petronor, a diferencia del PSE, el grupo municipal del PNV ha pasado de puntillas durante este mandato, diciendo únicamente que se respetara la ley, y al fin de legislatura pide en Madrid que se cambie la ley para seguir respetándola. Llevan toda la legislatura pidiendo consenso y, al final, ellos solos toman la decisión de modificar la ley. Ése es su sentido de coherencia y defensa de los intereses de los muskiztarras.
¿Cree que puede haber intereses creados tras el acuerdo?
La creencia que hay a nivel local es que siempre ha habido algo más que relaciones a nivel institucional entre PNV y Petronor: tratamiento fiscal, uso de terrenos, empleo...
¿Cómo es posible que se haya esperado tanto para legalizar la situación de los más de 36.000 metros cuadrados de terrenos donde se ubican el polideportivo, dos campos de fútbol y la casa de cultura?
La verdad es que era una situación curiosa: existen edificios municipales construidos sobre terrenos ajenos. Se puede pensar mal y creer que existían contrapartidas; o se puede pensar bien y creer que ha habido dejadez municipal en estos años. En cualquiera de los dos casos, no era una situación normal. Con la cesión se regulariza una situación anómala, pasando los mismos a propiedad municipal.