Los cuatro presuntos militantes de ETA arrestados el pasado jueves en el norte del Estado francés fueron trasladados ayer a París, según informaron a la agencia Efe fuentes policiales. Alejandro Zobaran, Mikel Oroz, Iban Sáez de Jauregi y Urko Labaka habrían sido conducidos directamente a las dependencias de la Subdirección Antiterrorista (SDAT), ubicada en Levallois Perret, a las afueras de la capital gala.

De acuerdo con el procedimiento habitual, en estos casos la Policía tiene cuatro días para profundizar en sus pesquisas sobre el terreno y en los interrogatorios, por lo que los detenidos permanecen en situación de incomunicación, sin poder establecer contacto con un abogado de confianza.

La última fase de esas 96 horas suele desarrollarse en la sede de la SDAT, y cumplido ese plazo -o, eventualmente, antes de que finalice- deben ser llevados ante la Justicia, en concreto al Tribunal de París, que es el competente en materia de «terrorismo».

La misma agencia señaló que en la operación desarrollada la noche del jueves en Willencourt, un pequeño pueblo del departamento de Pas de Calais, intervinieron agentes de la Policía Judicial de Lille, de la SDAT y del RAID, cuerpo de élite preparado para intervenciones especiales.

Fuentes de la «lucha antiterrorista española» aseguraron a Efe que los cuatro fueron sorprendidos por la Policía mientras mantenían una reunión para tratar de organizar la red de comandos de la organización.

Durante el registro, la Policía habría incautado varias pistolas, documentos de identidad falsos, ordenadores y documentación en soportes informáticos, además de los dos vehículos utilizados por los presuntos militantes de ETA.