Familiares y amigos recuerdan a Berrueta y Sanchiz siete años después
GARA |
En el barrio iruindarra de Donibane se recordaron ayer las trágicas secuelas que se vivieron en Euskal Herria a consecuencia de los atentados del 11-M de 2004 en Madrid. Decenas de personas se reunieron en el lugar en el que, el 13 de marzo, perdió la vida Ángel Berrueta al ser atacado por un agente de la Policía española y el hijo de éste.
Al día siguiente, cuando participaba en una de las manifestaciones convocadas para denunciar la muerte de Berrueta, Kontxi Sanchiz fallecía en Hernani al sufrir un fallo cardiaco durante una carga de la Ertzaintza.
Dos grandes fotografías de Berrueta y Sanchiz presidieron el acto de ayer, en el que también se homenajeó a sus familiares, ante quienes se bailó un aurresku.
Posible excarcelación
Como recordaron el pasado viernes los vecinos y amigos que convocaron este homenaje, siete años después del crimen, todavía es necesario «denunciar una serie de injusticias que se siguen cometiendo con la familia Berrueta-Mañas».
Concretamente, criticaron que «los asesinos materiales», el policía Valeriano de la Peña y su hijo Miguel José -que fueron condenados a 20 y 15 años de prisión, respectivamente- «disfrutan ya de permisos penitenciarios». Es más, informaron de que Miguel José de la Peña podría ser excarcelado en setiembre.
También recordaron que la familia Berrueta-Mañas ha recibido varias amenazas de muerte en estos años.