Segunda victoria consecutiva tras más de un año y ante un rival que había ganado en El Sadar en las últimas cuatro campañas
Regreso a las buenas costumbres
Kike Sola, que jugaba su segundo encuentro como titular, abrió la cuenta rojilla y provocó un penalti que encarriló el encuentro para los locales. Soriano, que anotó el tercero, fue expulsado por tocar el balón con la mano inocentemente a falta de un cuarto de hora.
OSASUNA 3
RACING 1
Natxo MATXIN
Al igual que con la mala racha foránea, Osasuna llevaba más de un año sin encadenar dos triunfos consecutivos, demasiada rémora y una circunstancia que situaba al equipo siempre al filo de la navaja. Hasta la llegada de Mendilibar, que ha vuelto a romper, a las primeras de cambio, otra aciaga estadística que lastraba a la escuadra navarra.
No es que todo esté hecho, ni mucho menos, pero ver el descenso a una distancia de seis puntos y casi concretar la salvación con otras tres victorias es un panorama bastante menos negro del que se antojaba en las últimas jornadas de la ya olvidada era Camacho.
Una situación más holgada que, de ningún modo, puede llevar a la relajación. Los rojillos van a vivir otra final este próximo domingo en Alicante ante un Hércules metido de lleno en los puestos de la quema, con el agravante de que no podrá disponer de dos titulares -Nekounam y Soriano-, y con la idea de que deben saltar al césped del Rico Pérez pensando en mantenerse en lo alto de la buena ola y acumular un colchón suficiente de puntos como para afrontar sin urgencias un final de calendario muy exigente.
Osasuna va a tener que hacer frente a un grupo de visitantes de la zona noble -At. Madrid, Athletic, Valencia, Sevilla y Villarreal- en lo que le queda en El Sadar, aunque si juega con la seriedad con la que lo hizo ante el Racing, más de uno lo va a pasar francamente mal. Porque los cántabros, además de ser un rival de la misma liga, habían sido un oponente muy incómodo en los últimos tiempos, hasta el punto de llevarse los puntos en las cuatro últimas temporadas y eliminar también a los rojillos en competición copera.
Pues bien, todos esos malos presagios se vieron borrados de un plumazo cuando los navarros comenzaron a poner en práctica la principal consigna que su técnico había tratado de transmitir entre semana: paciencia. Y es que en esta ocasión los anfitriones supieron jugarle a sus invitados como ellos habían hecho en anteriores visitas, con mucho temple y a la espera de un error del que sacar tajada.
No iba a tardar mucho en que éste se presentara en una tarde en la que la defensa del Racing estuvo especialmente aciaga y muy poco expeditiva en determinados lances, lo que a la postre le iba a costar la derrota. Así, al inicial intercambio de aproximaciones a las respectivas áreas, le sucedió la primera ocasión clara local, que derivó en la inauguración del marcador.
Sola, tres años después
Un 9 de marzo de 2008 Kike Sola conseguía su último gol liguero como rojillo, frente al Almería. Tres años después, el delantero cascantino volvía a reencontrarse con el acierto frente a la portería rival, también consiguiendo el primero en la cuenta de su equipo. No por menos ortodoxa -un poco a trancas y barrancas alojó Sola el cuero en las mallas de Toño-, la diana del atacante navarro fue menos valiosa. Todo lo contrario, fue la necesaria llave a un triple que se llevaba codiciando desde hacía mucho tiempo, por el rival y por necesidades clasificatorias.
Tocado por el gol sufrido, al Racing apenas le costó cuatro minutos encadenar su segundo fallo consecutivo y dejar prácticamente en bandeja el encuentro para los rojillos. Christian, que firmó una actuación para olvidar, cometió un inocente penalti sobre el futbolista en vena de la tarde. Nekounam hizo el resto y puso la suficiente tierra de por medio como para plantearse una segunda parte con el viento propicio.
La brisa todavía sopló mucho más a favor de los intereses locales cuando la escuadra cántabra, que había aplicado dos cambios de golpe tras el paso por vestuarios para tratar de virar su errático rumbo, vio cómo los de Mendilibar le infligían su tercera puñalada en otro trascendental descuido de su zaga, que muy bien supieron aprovechar Camuñas y Soriano.
Pero entre la única errata de Nekounam -perdió un balón que generó el gol de Rosenberg- y la mano infantil del futbolista maño, que dejó a Osasuna en inferioridad cuando un instante antes debía haber sucedido lo mismo con el Racing tras un codazo de su goleador a Monreal, lo que le hubiera supuesto la segunda amarilla, el último cuarto de hora no fue de tranquilidad hasta el pitido final.
Desde que José Luis Mendilibar llegó a Osasuna, la escuadra navarra ha cosechado diez puntos de quince posibles, una cifra que para el de Zaldibar «está bien», pero que, a su juicio, no es lo más importante, sino «lo bien que se me ha acogido por parte del club, afición y prensa. Así es más fácil trabajar, si hay alegría en el entorno», valoró.
El preparador rojillo destacó, además, el que los suyos no se hubieran dejado llevar por la inercia del marcador tras ponerse muy pronto por delante frente al Racing, «sino que han seguido jugando serios y buscando la portería rival». Tras dejar claro que «hemos sido justos vencedores», Mendilibar no se acordó del gol average -en Santander se perdió por 4-1-, «porque ahora lo importante es sumar puntos».
En cualquier caso, matizó que «en el fútbol los exámenes son cada fin de semana», por lo que «no por ganar dos encuentros seguidos vas a seguir venciendo todos los días», avisando de que el próximo domingo hay un envite muy importante frente al Hércules, «en el que nos jugamos mucho».
Asimismo, de la victoria frente al Racing resaltó el juego realizado por los carriles -«es importante que no sean impacientes, aguanten la posición y esperen a que les lleguen balones»- y el papel protagonista de Kike Sola, al haber anotado un gol y propiciar otro «porque para los delanteros siempre es necesario marcar de vez en cuando».
En cuanto al preparador de la escuadra cántabra, Marcelino García Toral, no pudo sino reconocer que la derrota había sido «clara y justa», fruto de errores «que no se pueden permitir ante rivales de Primera», y admitió que el nivel competitivo de los suyos estuvo «varios escalones por debajo» del de los rojillos. N.M.
Mendilibar tendrá que realizar más cambios obligados para la visita del equipo al Rico Pérez. Soriano, por su roja, y Nekounam, que vio la quinta, serán bajas obligadas para un encuentro en el que Osasuna se resiente notablemente en el medio campo. Vadocz y Lolo -Sergio regresará al eje defensivo- pueden ser las alternativas.
El juvenil de División de Honor se aleja definitivamente de la cabeza de la tabla después de que perdiese este fin de semana en su visita al Danok Bat (2-1). Ahora está a cinco puntos del Athletic, líder en solitario. El resto de conjuntos vencieron, a excepción del Infantil A, que perdió en Tajonar frente a Oberena por 2-3.
