Fue el grito que desde Graderío Sur le dedicaron al anterior técnico rojillo cuando Osasuna consiguió el 3-0 por mediación de Soriano. Una breve y diáfana explicación de por qué tuvo que hacer las maletas hace un mes, muy alejada de las excusas que el técnico murciano está exhibiendo ante los micrófonos de sus periodistas-amigos.

El de Cieza sigue empeñado en tapar sus miserias deportivas con subterfugios políticos que podrán engañar a sus contertulios madrileños, pero que no encandilan por estos lares, sufridores como hemos sido de sus distantes maneras y antediluvianas formas de trabajar.

Que la llegada de un nuevo técnico, aparte de mejorar la relación en el entorno rojillo, haya propiciado que el equipo acabe con su mala racha visitante y encadene dos triunfos seguidos ya le deja en bastante mal lugar.