Disculpen que me estrene con Jon Juaristi; admito su irrelevancia como actor en esta tragedia, pero no paso por alto el juego de los autores de la obra. Despu�s del hast�o de su expl�cito desprecio hacia el euskara, dice que no dimite del Consejo de Pol�tica Ling��stica de la CAV porque su continuidad es �una cuesti�n b�sica para la conquista de la democracia en el Pa�s Vasco�.

Se le agradece el detalle, pero la idea no es nueva. Ni suya. Por eso tuvo que explicarlo dos d�as m�s tarde: Es un signo de �normalidad�. Claro. Como casi todo lo que ocurre en esta porci�n de pa�s (y disculpen tambi�n que no podamos compartir territorialmente ni la desgracia, pero la culpa no es m�a). Es la pretensi�n de la entente hispana para convencernos de que, en realidad, aqu� no pasa nada. O, al menos, no tanto... Actitudes ins�litas en cualquier organizaci�n democr�tica homologable son aqu� un signo inequ�voco de normalidad. S�lo aqu�.

Un poco m�s all� no es normal que alguien que se jacta de su indiferencia hacia un idioma -por mencionar lo m�s ligero- participe en un �rgano para el est�mulo de esa lengua. Al margen de que s�lo un cretino -adem�s fil�logo- puede expresar tal resentimiento hacia el m�ximo veh�culo de comunicaci�n humana: el idioma. Cualquiera y todos. �Se imaginan en la direcci�n del Instituto Cervantes a alguien que aireara p�blicamente su desprecio al espa�ol? �O que se regodeara diciendo que acepta el cargo para �chinchar�? �Ser�a acaso una manera b�sica de conquistar la democracia?

Y por seguir con el idioma, otro ejemplo de normalidad: el director general de EITB no entiende lo que se emite en sus canales. �Existir� tama�a normalidad en alg�n lugar del mundo? Les doy tiempo para pensar... S�lo ocurre aqu�, y aunque parecen an�cdotas de poca monta, son s�ntomas serios del tumor que nos corroe. Lo anormal aqu� es la democracia.

Los vascos -y euskaldunes- nos sobreestimamos. Somos demasiado antiguos, astutos y ricos como para que alguien nos enga�e... Sin embargo, hay algo en este tema que me recuerda al colonialismo; lo tengo en la punta de la lengua...