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La serie de un empate y cuatro derrotas en las últimas cinco jornadas acerca el descenso a seis puntos

La mala racha continúa

Paradas Romero no dio validez a un gol de Ifrán en el último minuto que debía hacer justicia a la mejoría experimentada por la Real cuando volvió a su sistema habitual. Dos errores propiciaron que el Racing marcara en dos de los tres balones que envió a la portería.

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REAL SOCIEDAD 1
RACING DE SANTANDER 2

Joseba ITURRIA I

La Real vio ampliada en Santander a un punto de quince una racha negativa en la que nada acompaña porque la perspectiva del encuentro y de la situación clasificatoria sería radicalmente distinta si Paradas Romero da validez en el último minuto al balón de Ifrán que Toño pareció sacar desde dentro.

Ese tanto era la recompensa que debía hacer justicia a la mejoría experimentada por la Real cuando Lasarte volvió al sistema habitual con los cambios que reclamaba el juego del equipo. Jugadores como Estrada y Diego Rivas habían bajado su nivel en los últimos partidos y el equipo agradeció la presencia de Carlos Martínez, sobre todo, y de Elustondo, que por primera vez esta temporada jugó donde mejor puede rendir. Además Ifrán estuvo bien tanto en la falta como en los movimientos de sus dos ocasiones. Sólo con estos cambios la Real experimentó su mejoría en una situación en la que no se maneja bien, con desventaja en el marcador.

El problema fue que Lasarte volvió a desperdiciar una hora de partido, como en Coruña, al jugar con tres centrales. Si algo se ha comprobado esta temporada con la Real es que no por jugar con más defensas se encajan menos goles ni por alinear más delanteros se marcan más.

Al margen de ser una forma de jugar que no utiliza casi ningún equipo -todos no pueden estar equivocados- los jugadores en la actualidad no están habituados a jugar así. Los movimientos son muy diferentes y, aunque a Lotina le ha salido bien, es muy difícil que jugadores acostumbrados a jugar con una defensa de cuatro desde niños asimilen los cambios y más en una situación complicada.

Porque no sólo cambia la forma de jugar de los tres centrales y los dos laterales, también la de los pivotes que en ataque se quedaban atrás para cubrir las subidas sistemáticas de los laterales, que eran los que ocupaban las bandas porque Xabi Prieto y Griezmann tendían a jugar hacia el centro. Sólo el delantero jugaba como es habitual y Tamudo ni estuvo acertado ni recibió balones en condiciones.

En la hora que jugó la Real con una defensa de tres centrales sólo creó una ocasión en una buena jugada de Xabi Prieto, con apertura a Carlos Martínez, cuyo centro no pudo rematar Griezmann. Tampoco defensivamente estuvo bien la Real, aunque el Racing fue incapaz de enviar un solo balón entre los tres palos hasta que de manera afortunada Kennedy conectó un disparo extraño en una disputa con De la Bella. El balón golpeó en el catalán y cogió una parábola ante la que no pudo responder Bravo.

La jugada de ese gol, como la del 2-1 que costó la derrota, estuvo provocada por la excesiva alegría con la que juega la Real. Mikel Aranburu se equivocó al jugar de espaldas un taconazo hacia atrás que no llegó a Prieto en una zona central del medio campo realista en la que no hay licencia para esas florituras ni se debe perder un balón así. Menos con 0-0 y en el minuto 42 de un partido en el que la Real necesitaba llegar con ese resultado al descanso para volver a la única forma de jugar que domina, con la pequeña variante de si el pivote más ofensivo juegue más o menos adelantado.

Vuelta al plan A

Ante la nula capacidad de reacción de la Real, Lasarte no tuvo más opción que volver al plan A con la entrada de Zurutuza e Ifrán. Tuvo la suerte de que cuando se empezaron a ver los efectos de los cambios el partido no estaba sentenciado en la jugada que Giovani remató fuera con todo a favor.

A partir de ese instante se vio a la Real que se echaba de menos en los últimos partidos. En cinco minutos fabulosos Carlos Martínez dio un buen servicio a Griezmann, que envió al larguero en fuera de juego; Xabi Prieto dio un gran centro que el de Macon remató a la red; Ifrán no encontró a Zurutuza tras ganar la línea de fondo; y los dos jugadores cambiaron las tornas enseguida en un servicio perfecto del de Rochefort ante el que Toño aguantó bien el intento de vaselina del uruguayo.

Parecía más cerca el gol realista que el del Racing, pero los de Lasarte volvieron a pagar caras sus alegrías. Con un 1-1, que no era un mal resultado ayer, Xabi Prieto debía bajar con Cisma, cuyo centro sin rival fue rematado por Giovani, que ganó la partida en esa acción y en otras con su velocidad a Mikel Labaka.

Y además últimamente Bravo no ayuda nada a evitar que se culpe de goles a sus compañeros. El Racing envió tres balones entre los tres palos y dos entraron. Y el tercero fue un centrochut de Cisma desde el lateral que no ofrecía ninguna complicación. No es que en la gran mayoría de los goles de los últimos partidos se pueda culpar a Bravo, pero el portero alguna vez debe ayudar con alguna buena parada. No se pueden encajar dos goles en 19 de los 31 partidos oficiales, ni 12 goles en 20 balones que van entre los tres palos.

Ese gol llegó cuando mejor jugaba la Real, pero no se descompuso y volvió a tener dos claras ocasiones en un remate de Ifrán a pase de Carlos Martínez y en una falta más que dudosa que provocó y ejecutó a la perfección. No es fácil que el balón baje tan rápido tras un golpeo, pero tuvo la mala suerte de que Toño demostró lo buen portero que es y tuvo los reflejos para sacar el balón, probablemente desde dentro. Una pena, porque la Real no mereció perder ayer.

Lasarte: «Estoy convencido de que llegaremos a la meta con el objetivo cumplido»

Martín Lasarte lamentó ayer que «a veces jugar bien no te da para ganar, pero esto es Primera y no es fácil ganar. Hemos tenido una sensación de facilidad y esto no es fácil para nadie. Está claro que en la medida en que no sumas los demás no van a hacer favores, pero sigo teniendo la mismas sensaciones de hace semanas, que quizás no sea tan fácil como parecía, habrá que pelear hasta el final, pero estoy convencido de que llegaremos a meta con el objetivo cumplido. Lo vamos a conseguir».

Lasarte destacó la influencia de las rachas en los resultados: «El fútbol tiene algo que son las dinámicas, difíciles de entrenar. Muchas veces no sabes por qué ganas, pero ganas. y hay momentos que no sabes por qué, pero pierdes. En Coruña perdimos por el mismo resultado, pero fue un partido diferente. El primer tiempo fue discreto porque la tónica del equipo era hacer un partido táctico y acabar el primer tiempo a cero y buscar energía para el segundo tiempo. No ocurrió y recibimos el gol. Se notaron los cambios, que otras veces no dieron resultado, pero no fue suficiente. Estando 1-1 la sensación era que podíamos ganar, pero terminamos perdiendo y al final no sumamos nada, sólo la sensación».

Lasarte no se arrepintió de la apuesta de jugar con tres centrales en la primera hora de partido: «Hemos jugado siempre de una manera muy similar y fuera nos ha costado mucho. Veníamos en una dinámica negativa y la idea era hacer un partido táctico, pero el gol es una frivolidad, un tacón a dos minutos del descanso...».

Entendía que las dos semanas sin partido «nos van a venir bien para romper esta dinámica de no conseguir puntos en las últimas jornadas» y destacó el carácter y la movilidad de Diego Ifrán. GARA

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