Osasuna es el tercer mejor conjunto de la Liga si se computan las seis últimas jornadas, desde que José Luis Mendilibar aterrizó en Iruñea como nuevo técnico rojillo. A partir de entonces, la escuadra navarra ha acumulado hasta 13 puntos de los 18 posibles, sólo superada por los dos grandes -Barcelona y Real Madrid han sumado 16 en ese mismo periodo-, lo que da idea de la mejoría del equipo dirigido por el técnico de Zaldibar.

Y todo ello con el mérito añadido de una media anotadora que supera las dos dianas por partido, hasta el punto de que Osasuna ha conseguido tantos goles como puntos, mientras su portería sólo encajaba tres, dos de ellos en el paupérrimo encuentro que firmó el conjunto encarnado frente al Levante.

Por otra parte, la importante diferencia en el balance de goles ha traído consigo que Osasuna entre en el selecto grupo de los equipos con un bagaje anotador positivo, entre los que se encuentran el Barcelona, Real Madrid, Valencia, Villarreal, Athletic y Atlético de Madrid. Ahora mismo, la formación dirigida por Mendilibar suma 44 dianas a favor, frente a 43 en contra.

Ricardo, veterano pero en forma

La sensible mejora en el apartado defensivo también ha propiciado un cierto brillo individual en un jugador que está haciendo historia en Osasuna, como es el caso de su guardameta titular, Ricardo. El cancerbero madrileño no sólo se convirtió este pasado domingo en el futbolista de más edad vistiendo la elástica rojilla, sino que, gracias entre otras cosas a sus meritorias intervenciones frente a los herculinos, ya se ha colocado entre los porteros con mejor coeficiente del Trofeo Zamora.

Sus cifras no son sino el reflejo de una situación más global, en la que el bloque osasunista ha dado un viraje en redondo respecto al naufragio hacia el que iba encaminado hace poco más de un mes. El equipo quiere ahora el balón y se lo disputa al rival con garantías, aprovecha las jugadas de estrategia que antes eran su mayor calvario y se muestra diligente al encarar el marco contrario.

El cambio de mentalidad sólo se puede atribuir al necesario relevo en el banquillo que se produjo a mediados de febrero, que ha traído consigo una bocanada de aire fresco a la plantilla, más allá de los habituales dos o tres encuentros.

Osasuna ha encontrado su identidad en el momento que más lo necesitaba y tratará, pese a la semana de parón liguero, de seguir subido en esta buena ola que traiga la tranquilidad a la parroquia rojilla.