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Los Carniceros del Norte musican el terror de los mejores filmes siniestros

Txarly Cuevas es Txarly Usher porque La Casa Usher fue una de las bandas más densas y dinámicas de la década de los ochenta y noventa en Euskal Herria, principalmente en Bizkaia. Su propuesta after-punk colorea de negro muchas de las atormentadas almas que les siguen. Años después, la aventura se llama Los Carniceros del Norte, que presenta «Santa sangre», trece oscuras canciones inspiradas en los clásicos del cine de terror. Tiemblen las palomitas.

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Pablo CABEZA | BILBO

«La memoria empieza a ser caprichosa», apunta Txarly Cuevas, voz y letrista de Los Carniceros del Norte. Pero revisando con paciencia los fotogramas en blanco y negro de su pasado, van saliendo los títulos de sus películas personales. En el 86, los créditos los abría La Casa Usher, apreciada formación con el rímel calado y las melodías inquietantes a flor de noche. «Crecimos, vivimos y disfrutamos de una buena época: gaztetxe de Bilbo, Gaueko, con sus azulejos blancos siempre sudando, horarios nocturnos apropiados a la evasión que supone la noche, más todo el maravilloso Bilbao gris y revoltoso que años después se transformaría en pijo ejemplo de un mundo moderno», rememora con dolor el vocalista. En el 93, un nuevo proyecto toma el relevo: Wers, también de profundos recuerdos. Después llegarían Juguetes Rotos (1996), Daisy Cutters (1996-2002) y Laseda (2002-2005), todos ellos con discos en la calle. Los Carniceros del Norte se gesta a finales de 2006. Carlos, además, en 2009 inicia una propuesta en solitario con un álbum titulado «Canciones asesinas», escritas desde Larrabasterra, donde vive en la actualidad este músico nacido en el barrio de Santutxu y crecido entre las angostas y laberínticas calles de Alde Zaharra.

Con Los Carniceros del Norte, Txarly regresa al jovenzuelo que comienza a crecer más cerca de la oscuridad que de la luz. «Desde muy crío las historias relacionadas con el terror y lo fantástico, en su vertiente mas gótica, me atraparon. Esta adicción es algo que meramente me ilusiona y entretiene, claro que, por otro lado, pienso que si algo te mantiene ilusionado y entretenido tienes motivos para considerarte un ser afortunado. Han pasado los años, he picoteado en varios estilos buscando evolución y madurez. Ahora, de vuelta de casi todo, me quedo con la esencia de aquel crío: me sigue emocionando la contracultura, la imagen de los antihéroes, me solidarizo con la marginación de los diferentes y odio a las sociedades que aplastan lo desconocido. Después de dar muchas vueltas, soy un inmaduro, vuelvo al punto de partida para quedarme», afirma con convicción.

La Casa Usher se reunió de nuevo en 2004 para grabar un disco, un videoclip y dar una serie de conciertos, los últimos en una gira por México coincidiendo con la festividad de los muertos. De regreso, pensó en montar la banda definitiva y orientarla hacia el género del que por más que había intentado renegar, le había marcado la vida. «Si no puedes con tu enemigo... déjate querer», señala Txarly.

Góticos

«En ese mismo avión pensé en los dos tipos más especiales que había conocido en los últimos meses por su actitud decidida a morir sobre un escenario gritando aquello que necesitas gritar. Contacté con Nando Fausto, de Gasteiz, que encarna la autenticidad total del punk como forma de vida, y con Hugo Zombie a la guitarra, de Miranda de Ebro, un autentico zombie creado por la irónica naturaleza y no por caros maquillajes de Hollywood ni ambiciosas campañas de marketing. Comenzamos a tocar en la primavera del 2007, y en 2009 se unió a la banda Gorka a la batería».

Los Carniceros del Norte hermanan con The Lords of the New Church, Bauhaus, Dead Kenedys, Cramps, Siouxsie and the Banshees, Joy Division, Killing Joke, The Mission, Fields of the Nephelim, Paralisis Permanente... Una revisión honesta y artística que «Santa sangre», de excepcional diseño y editado por GOR, regenera sin importar si es o no actualidad. No obstante, ya han pasado por festivales organizados en Praga, Florencia, Berlín, Burdeos, Lisboa, Leipzig... así que no deben de estar muy alejados de una de las posibles realidades.

«Este es un grupo concebido como proyecto conceptual. Componemos canciones exclusivamente dedicadas a homenajear a nuestro cine de terror favorito. Nunca compondremos una canción que no tenga una película como referencia directa. El cine gore sólo me entretiene como pasatiempo para visionarlo a media tarde con mi hijo. Por la noche prefiero disfrutar de clásicos del terror donde las vísceras dejan paso a las emociones y sufrimientos del extraño frente al aburrimiento de lo establecido», asevera Txarly Cuevas.

DE PELÍCULA

Cada canción del inspirado y sugerente «Santa sangre», su segundo disco, se inspira en una película de terror, esta vez inspiradas en el cine latino y no el de Hollywood. Aquí están Jess Franco, Dario Argento, Paul Naschy, Mario Bava, Barbara Steele... Todos dispuestos a que Los Carniceros del Norte den nueva vida a cada fotograma adormecido.

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