Carlos Martínez recuperó en Santander la titularidad en un lateral derecho en el que hasta el domingo se había alternado con Dani Estrada en función de los problemas físicos que padecía cada uno. Los dos aprovecharon su oportunidad y tuvieron la confianza de su técnico hasta que la necesidad de hacer cambios llevó a Martín Lasarte a hacer una variación por cuestiones técnicas en ese puesto.

El navarro se lesionó antes de iniciar la pasada temporada y el zarauztarra se adueñó del lateral derecho hasta que se lesionó tras ser expulsado en Villarreal el 3 de enero. En el siguiente partido ante el Cádiz, como en su única ausencia por sanción en Alicante, Lasarte prefirió colocar a Mikel González de lateral derecho. Pero, como la baja era duradera, a partir del siguiente partido con el Celta Carlos Martínez ocupó el lateral hasta que se lesionó el 29 de diciembre. Sólo se perdió un partido por sanción contra el Villarreal B, en el que Lasarte prefirió colocar a Mikel González en el lateral antes que a Estrada, que sólo tuvo diez minutos en el interior derecho en la última jornada de Elche con nada en juego.

El zarauztarra volvió al lateral derecho con el inicio de este año por la lesión de Carlos Martínez, respondió bien y ha jugado los últimos doce partidos a pesar de que el navarro apenas estuvo parado un mes por lesión. El de Lodosa en una semana pasó de no estar convocado a jugar. Pese a ello, no se mostró sorprendido cuando Lasarte le dijo el mismo domingo que iba a ser titular porque «todos nos entrenamos para jugar. Últimamente no estaba contando y la semana anterior me quedé fuera. No me lo esperaba, pero durante la semana me entrené bien y no fue una sorpresa jugar».

«Hay que estar tranquilos»

Preguntado ayer por la reducción a seis puntos de la diferencia con el descenso, Carlos Martínez dijo que «hemos sacado un punto de quince y al final eso preocupa, pero es un margen grande porque hay bastantes equipos que están por debajo. No estamos el 16 ó el 17. Hay que estar tranquilos, el partido del Hércules es muy importante porque jugamos en casa y, si lo ganamos, desaparecerán todas estas dudas. No queremos tener ningún susto y debemos salir a por todas, el rival llega en un momento muy difícil y hay que aprovecharlo».

El de Lodosa veía positivo el parón porque «con una racha negativa, una semana de descanso nos va a venir bien para desconectar y volver con las pilas cargadas. La de Santander no fue una derrota más, el equipo creó ocasiones y tuvo el control del partido. El balón no quiso entrar, pero con un empate hubiera sido muy distinto».

Por eso cree que no sólo él por su buen partido, sino que todo el equipo debe estar satisfecho «porque hicimos un esfuerzo grande y lo intentamos hasta el final. No hubo suerte, pero estoy contento después de haber estado doce partidos sin jugar por volver y encontrarme sin ningún problema. Tenía muchas ganas e ilusión de hacerlo bien después de estar parado».

Se le preguntó si llegó a temer que se repitiera la tónica del lateral derecho de no jugar hasta que se lesione el otro y respondió que «la verdad es que el caso se presentaba muy parecido. El año pasado en la jornada 19 Dani se lesionó y yo jugué todo lo demás y ésta en la 16 me lesioné. Pero esta vez sólo fue un mes, me he podido recuperar pronto y no he perdido físicamente».

Es una buena señal que cada lateral se haya hecho con el puesto en su momento. Cuando en verano de 2009 la Real decidió prescindir de Gerardo y apostar por ellos, que cobraban entre los dos una cuarta parte de lo que lo tenía firmado el riojano, muchos se echaron las manos a la cabeza y pidieron un fichaje en ese puesto. Ahora se ve que el lateral derecho en la Real tiene un largo recorrido cubierto con ellos dos. Lo mismo valdrá para la posición de medio centro con el ascenso de Illarramendi y la marcha de Rivas.