Maite SOROA | msoroa@gara.net
Unas «pruebas» muy birriosas
D a la impresión de que la vista oral sobre la legalización -o no- de Sortu en esa sala especial del Tribunal Supremo español no discurre como el paseo militar que algunas esperaban. Y así se entienden algunos artículos plenos de confusión que se publicaban ayer en la prensa española.
Carmen Gurruchaga, en «La Razón», alegaba que la nueva marca de la izquierda abertzale es pura trampa: «Para que el resultado sea positivo, la nueva marca de Batasuna rechazó los planes de ETA para asesinar a López; y ahora la Sala 61 del Alto Tribunal deberá decidir si es suficiente o no». El juicio es, pues, de intenciones.
Lo mejor es que, según la columnista, los promotores de Sortu no están por la labor de representar a sus electoras y electores, sino de beneficiarse: «En cualquier caso, el brazo político de la izquierda abertzale pretende conocer la decisión con tiempo suficiente para poder presentarse el 22 de mayo, porque necesita el dinero y las ventajas que le proporciona estar en las instituciones y porque, además, sabe que su presencia pondrá patas arriba el actual andamiaje institucional». Así entienden algunas la política. Como un mero negocio económico.
Pero no las tiene todas consigo, porque reconoce que las cosas se pueden torcer: «Algunos individuos de la izquierda abertzale se incrustarían en las listas de EA . Y es que el regreso electoral de los radicales tendrá consecuencias políticas inmediatas. Pese a esta evidencia, los partidos vascos mantienen un discurso pacifista sobre la legalización, cuando en realidad están preocupados por sus intereses. En principio, pondría en peligro el pacto PSOE-PP, al tiempo que perjudicaría al PNV, que perdería sufragios prestados, lo que redundaría en beneficio del PSE». Ya ven que la cosa se complica.
Será por eso que el editorialista de «Abc» clamaba ayer en tono imperativo: «El nuevo brazo pseudopolítico de los terroristas no engaña a nadie, porque es parte integrante de una operación en la que mandan los pistoleros y cuyo único objetivo es participar en las elecciones locales. La Fiscalía y la Abogacía del Estado han presentado pruebas contundentes». Pues a mí me parecen una birria de pruebas.