El próximo 5 de abril se establecerá un hito por parte de la mayoría sindical vasca, que acudirá a las calles de Madrid a reclamar un Marco Vasco de Relaciones Laborales y de Protección Social, aprovechando que está en pleno debate la nueva reforma de la negociación colectiva que «se centraliza en Madrid, lo que comporta un ataque en toda regla a los derechos laborales y a nuestro derecho de negociar en Euskal Herria».

El rechazo a las reformas que el Gobierno español ha puesto en marcha en apenas un año, como son la reforma laboral y de las pensiones, también recorrerá ese escenario.

Adolfo Muñoz, secretario general de ELA; Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB; Belén Arrondo, responsable de STEE-EILAS; Eneritz Otamendi, de EHNE; y Estitxu Ugarte, de Hiru; recordaron que por primera vez la mayoría sindical vasca va a reivindicar en la capital del Estado español el Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social, «una reivindicación con dimensión política».

En este acto también participarán la CIG gallega, la Confederación Sindical Catalana y la Organización Intersindical Canaria. Como explicaron los máximos representantes de la mayoría sindical vasca, «el actual marco jurídico-político impide que la clase trabajadora disponga de verdaderos instrumentos de acción sindical que necesitamos para desarrollar con eficacia la defensa de nuestros intereses de clase».

Ainhoa Etxaide afirmó que «ése es un marco definitivamente agotado, incapaz de dar cauce a nuestras revindicaciones y que, más en época de crisis, se utiliza para tomar decisiones en contra de la clase trabajadora vasca». Por lo que añadió que «además de agotado, está siendo puesto en jaque en estos momentos en un nuevo proceso de involución y de recentralización».

Txiki Muñoz criticó que el Gobierno del PSOE, la patronal, CCOO y UGT se hayan «aliado en un nuevo ataque obsesivo compartido para reformar la negociación colectiva e impedir así que podamos negociar nuestras condiciones laborales en Hego Euskal Herria». Ante este nivel de agresión, los representantes sindicales exigieron que «esta posición sea respondida políticamente por quienes dicen defender el ámbito vasco de decisión».

«Hay mucho en juego»

La manifestación en Madrid exigirá, como «elemento central, contar con capacidad normativa en materia laboral y social en la que se garantice el derecho a decidir sobre el sistema de relaciones laborales y de protección social, así como el modelo de negociación colectiva en Euskal Herria, que difiere mucho del que se extiende en el Estado español».

ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru se reafirmaron en la presentación de esta iniciativa en «su compromiso de trabajo en común en esta dirección» y reiteraron su posición contraria «a la reforma laboral», a la vez que exigieron que «ningún partido político vasco apoye la reforma de pensiones que se va a votar en el Parlamento español» y pidieron, «en coherencia con nuestras demandas», que se rechace también la reforma de la negociación colectiva.

Estas cinco organizaciones destacaron en Bilbo que «está en juego la posibilidad de articular otro modelo de sociedad» y llamaron «a la colaboración a quienes comparten y defienden el ámbito vasco para confrontar políticamente con quienes nos niegan estos derechos. En definitiva, exigimos ser los protagonistas de las decisiones que nos competen adoptar en nuestro propio país. Es mucho lo que nos jugamos como clase trabajadora y como pueblo».

La mayoría sindical vasca, según expresó Estitxu Ugarte, rechaza las diferentes reformas que ha puesto en marcha el Gobierno español y que en breve acometerá con la negociación colectiva porque «se realizan en beneficio de los intereses empresariales. Suponen un doble atropello. Por un lado, concretan un grave recorte de nuestros derechos laborales y sociales. Y, por otro, constituyen una imposición antidemocrática que atenta contra la voluntad muy mayoritaria de los trabajadores y sus representantes. Se pretende así vulnerar nuestro derecho como país a negociar y decidir las políticas laborales, sociales y económicas».

Censuraron la labor de CCOO y UGT «porque juegan el papel de la desmovilización» y afirmaron que «ese sindicalismo no tiene cabida» Muñoz señaló que hay alternativa a la situación actual, pero lamentó que «mientras unos obtienen enormes beneficios, con estas reformas se persigue empobrecer más a las personas».