El OIEA, preocupado por las piscinas de desechos nucleares
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) asegura que «continúa habiendo algunas mejoras» en la central nuclear de Fukushima, aunque reconoció que la situación «sigue siendo muy seria». A pesar de que los operarios han conseguido poner los cimientos para restablecer el suministro eléctrico, la gran preocupación del OIEA se centra en la situación de las piscinas de combustible usado en cada uno de los seis reactores de la planta.
GARA | TOKIO
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) expresó ayer su preocupación por la situación de las piscinas de desechos nucleares en la central de Fukushima, afectada el pasado 11 de marzo por un terremoto y un posterior tsunami.
Graham Andrew, asesor técnico de la agencia de la ONU, manifestó ante la prensa en Viena que «continúa habiendo algunas mejoras» aunque advirtió de que la situación «sigue siendo muy seria» en la planta.
Concretamente, informó Efe, se han medido elevados niveles de contaminación cerca de la central y sigue siendo motivo de «gran preocupación» la situación de las piscinas de combustible usado en cada uno de los seis reactores de Fukushima I.
En particular, los expertos del OIEA se mostraron preocupados por la situación en la unidad número 4 de la planta, donde se desconoce el nivel del agua y su temperatura en la piscina de desechos atómicos.
Esa información es esencial a la hora de determinar si es posible enfriar los barrotes de combustible usado, que de lo contrario emiten cantidades aún mayores de radiación.
Asimismo, el OIEA desconoce el estado de las vasijas de contención en los reactores, ante la falta de información recibida por parte de las autoridades japonesas, aunque aclaró explícitamente que esas lagunas no se deben a una falta de voluntad por parte del Ejecutivo nipón.
«Simplemente [ellos] tampoco la tienen [la información]», manifestó el experto, y al mismo tiempo destacó que la situación sobre el terreno es muy complicada, con altos niveles de radiación, altas temperaturas y falta de luz para poder investigar mejor el lugar.
Por otra parte, la esperanza por devolver la electricidad a la planta se mezcló con la preocupación por la radiactividad detectada en las aguas costeras de la zona.
Los esfuerzos por controlar los seis reactores de Fukushima dieron un paso adelante al concluir con éxito las operaciones para conectar todos ellos a fuentes externas de energía.
Aunque los cables ya están tendidos, ayer se calculaba que la reactivación del suministro eléctrico podría llevar incluso unos días más, puesto que antes hay que revisar el estado de todos los instrumentos y motores para evitar un cortocircuito que empeoraría aún más las labores de los operarios. Por el momento, sólo se ha restablecido el suministro, aunque de manera parcial, en la unidad 3, la más peligrosa, puesto que su combustible también está compuesto por plutonio.
Las autoridades niponas realizaron ayer controles del agua en las costas de la planta nuclear, aunque aseguraron que los altos niveles detectados no suponen una amenaza para la salud.
Peticiones de disculpas
El ministro nipón tuvo que pedir disculpas, después de que muchos medios locales señalaran que había amenazado con castigar a los bomberos que se negaran a trabajar en la planta de Fukushima.
«Si mis palabras ofendieron a los bomberos, quiero excusarme», manifestó Banri Kaieda en una rueda de prensa, según la agencia de noticias Kyodo. Sin embargo, se resistió a confirmar o a desmentir dichas graves acusaciones de los medios.
Por otro lado, y por primera vez desde que el pasado 11 de marzo un tsunami barriera la costa noreste de Japón, los directivos de Tokyo Electric Power (TEPCO), que opera la central, pidieron disculpas a los ciudadanos que tuvieron que ser desalojados de sus hogares.
La organización ecologista Greenpeace acusó ayer al OIEA de omitir datos importantes sobre el accidente de la central de Fukushima y de minimizar la emergencia nuclear.
La compañía TEPCO compensará a las granjas afectadas por la crisis nuclear por las pérdidas derivadas de la prohibición de vender sus productos, según el diario «Financial Times». De no ser así, el Gobierno aseguró que ellos mismos se harán cargo.
Varias fuentes diplomáticas afirmaron ayer que en Islandia se han detectado unas cantidades minúsculas de partículas radiactivas que podrían proceder de la central de Fukushima. Aclararon que son demasiado insignificantes como para causar perjuicios a la salud de las personas, informó Europa Press.
El Departamento de Energía y la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU confirmó a finales de la semana pasada que en California y Washington se había detectado este tipo de partículas. Indicaron que esa cantidad era una millonésima parte de la radiación que recibe normalmente una persona de fuentes naturales como rocas, ladrillos o el sol.
Tanto Canadá como Alaska han registrado también un aumento en los niveles de radiación, según el Instituto Central para la Meteorología y la Geodinámica de Austria.
Por último, la Autoridad de la Seguridad Nuclear francesa advirtió -en concordancia con el estudio de Météo France, en la imagen superior- de que entre hoy y mañana va a llegar a este país aire «ligeramente contaminado» por la radiación, aunque en este caso tampoco tendrá «consecuencias para la salud humana», informó Europa Press. GARA