Los inversores siguen sumidos en la desorientación, a pesar de las subidas anteriores de los índices y su aparente confianza en la recuperación de Japón tras el terremoto y los accidentes nucleares. Del mismo modo, se piensa en una pronta resolución del conflicto armado en Libia, después de la intervención militar auspiciada por la ONU. Por tanto, tras colocar la sordina a los dos grandes problemas del momento, los inversores tratan de sacar partido a las oscilaciones de los mercados. Además se sigue fortaleciendo la defensa del euro, gracias a la ampliación del fondo de rescate de la UE y la disminución de la presión sobre la deuda del Estado español, al que los expertos califican como de línea roja para la protección de sistema comunitario. Ahora todos los ojos están puestos en Portugal, que debe financiarse a tipos de interés considerados como insostenibles por una mayoría de expertos. El Ibex finalizó prácticamente plano con 10.576,10 puntos. En el resto de Europa pudieron más las ventas. Fráncfort recortó un 0,52%, Londres un 0,40%, y París un 0,30%. Dentro del Ibex, los mejores fueron Enagás (+2,67%) y Red Eléctrica (+2,40%). Entre los pesos pesados, despuntó BBVA (+1,02%). Por su parte, Inditex ganaba un 1,14% en vísperas de la presentación de sus cuentas. Se esperan buenos números y un aumento notable del dividendo. Las mayores pérdidas fueron para Acerinox (-2,08%). En París, Peugeot (-2,73%) y Renault (-2,64%) sufrieron por el parón de la producción nipona. Las acciones de Crédit Agricole (+1,90%) lideraron los avances.