La cantante israelí Noa presentó ayer en Madrid su nuevo disco, «Noapoles», y aprovechó la ocasión para expresar su «respeto y admiración» por los protagonistas de las revueltas en países como Egipto, Libia y Yemen, que la cantante espera que «no sean secuestradas por los fanáticos religiosos».

«Sé que tras estas protestas hay muchas tragedias personales de por medio, mucha violencia y sangre derramada, pero, si lo miramos con perspectiva, la dinámica que se está produciendo es muy positiva», relató en una entrevista con Efe.

Para ella, lo que está ocurriendo «es una de las grandes consecuencias de la globalización. Ahora sabemos mucho más los unos de los otros, tenemos esa pequeña ventana al mundo que es internet y es normal que esta gente, que ve en la revolución una oportunidad para las nuevas generaciones, arriesgue su vida por conseguir más libertad. Realmente les admiro por ello».

Noa comenzó su carrera hace ya 20 años. «Después de 18 años actuando en Italia y conociendo a artistas de este país, tenía mucho material que necesitaba abordar desde una perspectiva fresca, pero siempre respetuosa», comentó Noa sobre la selección de las 14 canciones que forman parte de «Noapoles».

Su habitual colaborador, Gil Dor, el percusionista Zohar Fresco y el grupo de cuerda napolitano Solis String Quartet colaboraron con la artista, para adaptar estas canciones al hebreo (en el disco «Napoli-Tel Aviv», editado en 2006) y para respetar el idioma napolitano.