El Ibex terminó el primer trimestre del año a la baja, presionados por la creciente preocupación sobre Portugal -ayer reconoció más déficit del anunciado para 2010- y la delicada situación de los bancos irlandeses, que deben recapitalizarse con 24.000 millones de euros adicionales para asegurar su futuro. De otro lado, también pesaron en el ambiente las nuevas dificultades para la reestructuración de las cajas de ahorro con la llamada de socorro de la CAM al Gobierno, después de finiquitarse su proyecto de participación en el Banco Base. Por tanto, la vuelta al primer plano de la debilidad del sistema financiero y los estados periféricos cambió la cara a las lánguidas sesiones anteriores. Al cierre, el Ibex retrocedió un 1,45%, y abrirá hoy con 10.576,50 puntos. En marzo se deja un 2,53%, por lo que recorta la subida anual hasta el 7,28%. Las caídas se extendieron por el resto de plazas europeas. París bajó un 0,88%, Londres un 0,66%, y Fráncfort un 0,22%. En el Ibex, sólo hubo cuatro valores al alza, aunque con avances inferiores al 0,40% en todos los casos. En las bajadas, destacó el sector bancario. Bankinter retrocedió un 3,74%, Popular un 2,95%, BBVA un 2,94%, Santander un 2,39% y Banco Sabadell un 2,11%. En lo más alto de la lista de perdedores terminaron, sin embargo, Telecinco (-4,85%) y Acciona (-4,71%). Por su parte, el CAC 40 avanza un 4,85% en el primer trimestre. Los bancos también fueron castigados con dureza: Crédit Agricole perdió un 3,58%, Société Générale un 3,43% y BNP Paribas un 3,17%. Renault (+0,72%) lideró las ganancias.