FUSIÓN DE CAJAS VASCAS
La defensa de la obra social de Kutxa será la prioridad de Banatuz
Con el 20% de representación en la Asamblea de Kutxa, la plataforma Banatuz y los municipios gobernados por la izquierda abertzale pueden ser claves en la aprobación o no de la fusión. Su apuesta es una caja fuerte para Euskal Herria, bajo control público y que priorice la obra social. Denuncian que es lo contrario a lo sucedido con el Oncológico, «traspasado» a una Fundación sin contar con el visto bueno de la Asamblea. El caso está en manos de Lakua.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
La plataforma Banatuz, que representa a parte de la clientela de Kutxa, y municipios gobernados por la izquierda abertzale -ambas partes suman el 20% de representación en la Asamblea- comparecieron ayer en Donostia para exponer su punto de vista sobre el proyecto de fusión con BBK y Vital, y sobre otros aspectos relacionados con la caja de ahorros guipuzcoana.
Todo bajo el común denominador de la defensa de la obra social, cuyos cimientos se basan en destinar a iniciativas culturales y sociales un porcentaje de los beneficios. Con la noticia de la «fusión fría» sobre la mesa, los representantes de Banatuz destacaron que no se oponen al fondo del asunto, sino a las formas. «Siempre hemos dicho que estamos dispuestos a hablar de ello, es importante para el futuro», destacaron.
Ante lo que ha trascendido hasta la fecha, mostraron su temor a que la bancarización de las cajas de ahorro sea perjudicial para la función social que actualmente se realiza. Por ello, se fijan como objetivo una caja de ahorros fuerte, no un banco, para toda Euskal Herria y bajo control público, ante el temor a que se externalice la obra social.
Lo cierto es que tampoco pudieron profundizar en exceso, debido a la falta de información directa por parte de los dirigentes de la Kutxa. En este sentido, aseguraron que la única explicación recibida hasta la fecha ha consistido en una llamada telefónica a un consejero, que tuvo lugar después de que se publicase la noticia de la integración a tres bandas. Además, aseguraron que lo que se les contó en esa comunicación era lo que ya había salido en los medios.
El Oncológico y las fundaciones
La comparecencia había arrancado con unas revelaciones sobre la propiedad y el control del Oncológico, uno de los buques insignia de la obra social de Kutxa. Banatuz explicó que el nuevo Oncológico, construido en la zona hospitalaria de Donostia entre julio de 2006 y enero de 2009, fue vendido el 30 de junio de 2009 por 43 millones de euros a la Fundación Kutxa, entidad creada en 1991, tras la fusión entre la Caja de Ahorros Provincial de Gipuzkoa (CAP) y la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián (CAM).
Menos de un año después, el 16 de abril de 2010 -«justo después de la Asamblea»-, la Fundación Kutxa constituyó la Fundación Onkologikoa, a la que traspasó el centro sanitario y que es la encargada de gestionarlo en la actualidad.
Banatuz y los municipios denunciaron que todos estos movimientos se realizaron sin «la preceptiva aprobación del órgano competente, la Asamblea General de Kutxa, tal y como determinan los estatutos de la entidad».
«El artículo 23 determina como competencia exclusiva de la Asamblea la venta o liquidación de la obra social y esto, se vista como se vista, es la venta de una de las partes más importantes de la obra social de Kutxa», manifestaron.
Todo esto se ha puesto en conocimiento de la Consejería de Hacienda del Gobierno de Lakua -órgano con potestad para controlar la actividad de las cajas-, a fin de que investigue y tome las medidas pertinentes si así lo considera.
Banatuz y los municipios no dudaron en tildar de «irregular» la actuación de Consejo de Administración, calificándola de «usurpación de competencias» que ha creado «un pésimo precedente».
A su juicio, detrás de estas maniobras subyace un intento por parte del Consejo de arrebatar a la Asamblea el control de la obra social. El Consejo de Administración está formado por 17 personas. PNV y Hamaikabat -que gobiernan en la Diputación de Gipuzkoa- cuentan en ese órgano con una mayoría que no tienen en la Asamblea General, donde «sólo» controlan el 40% de los votos.
La Fundación Onkologikoa, explicaron, está gestionada por un patronato cuyos miembros son nombrados por la Fundación Kutxa, a su vez gestionada por un patronato cuyos integrantes son elegidos por el Consejo de Administración.
Desmentido de Kutxa
Pocas horas después, Kutxa remitió una nota en la que desmentía «la acusación de venta». Señaló que en junio de 2009 el edificio del Oncológico fue «transmitido a la Fundación Kutxa, institución 100% Kutxa, creada en 1991, en la que recae toda la gestión de la Obra Social de la Caja».
«El edificio, así como su mobiliario e instalaciones, pertenece desde abril de 2010 a la Fundación Onkologikoa, a la que fue donado como dotación fundacional por la Fundación Kutxa, mediante aportación gratuita, con una valoración de 59,2 millones de euros».
Respecto a la alusión al artículo 23 de los estatutos, Kutxa puntualiza que éste no hace referencia a «la venta o liquidación» de obras sociales -en todo caso, la caja niega que haya habido venta-, sino a la «creación y disolución» de las mismas.
GARA tuvo acceso al acta notarial del 16 de abril de 2010 que recoge la creación de la Fundación Onkologikoa por parte de Fundación Kutxa. En este documento se dice que la Fundación Kutxa «adquirió» el Oncológico y que es «dueño» del mismo por «compra» a la Kutxa.
De 29,92 millones a 25
En la comparecencia de Banatuz se informó también de que el Consejo de Administración someterá el próximo 8 de abril al voto de la Asamblea una propuesta para destinar en este ejercicio 25 millones de euros a la obra social, lo que supondría una reducción de más de la mitad en sólo cuatro años, ya que en 2007 se destinaron 54,14 millones.
Banatuz anunció que presentará su propia propuesta, a fin de que al menos se mantenga el importe del pasado ejercicio, 29,92 millones, y que el diferencial de más de 4 millones sea destinado a la promoción de viviendas de alquiler social.
Banatuz denunció la «falta de información y transparencia» de Kutxa y reclamó que, en cumplimiento de la Ley de Economía Sostenible, se den a conocer de forma detallada y se sometan a votación en la Asamblea las retribuciones de los integrantes del Consejo de Administración.
El presidente de la Cámara de Gipuzkoa, Pedro Esnaola, mostró su esperanza de que «todo el mundo esté a la altura de las circunstancias y favorezca» que la fusión «llegue a buen puerto», ya que con ello se ganará en capacidad de crédito para las empresas.
El presidente de Caja Vital, Carlos Zapatero, ha reconocido que tras el acuerdo para la puesta en marcha de la fusión fría «se abre una etapa de negociación a tres bandas complicada», aunque confía en que la integración llegue «a buen puerto». Zapatero, en una rueda de prensa previa a la Asamblea General que celebró ayer Caja Vital, calificó de «paso histórico» el acuerdo con BBK y Kutxa, una «decisión lógica» y orientada hacia «el mejor camino», dados los crecientes requisitos de solvencia y capital a los que se enfrentan las entidades financieras.
Por ese motivo, mostró su deseo de que el proceso pueda culminarse «sin prisa pero cuanto antes». Consideró «prematuro» hablar de posibles fechas, si bien subrayó que en economía «un año es mucho tiempo».
El presidente de la Vital hizo hincapié en que el mecanismo de fusión fría permite a cada entidad mantener sus órganos de gobierno, marcas comerciales y su propia naturaleza, al mismo tiempo que se crea un banco participado por las entidades que se unen en este tipo de procesos. En este sentido, aseguró que la obra social no se va a ver «perjudicada». Zapatero destacó que el acuerdo no se alcanzó «desde la necesidad», sino «desde la convicción», dado que estas tres entidades financieras se encuentran entre «las más saneadas y capitalizadas» del Estado español.
Carlos Zapatero destacó la «ilusión» que ha generado el acuerdo de integración , por lo que consideró que «sería difícilmente justificable» que el proceso no tuviera «un buen final». No obstante, asumió que existirán dificultades, dado que el pacto ha de ser respaldado por las asambleas de las tres cajas y en el caso de Kutxa el resultado no está nada claro.
A pesar de las insistentes preguntas de los periodistas, no quiso avanzar detalles de la operación como si el nuevo banco saldrá a bolsa, qué tipos de activos se incorporarán al mismo, el nombre de la nueva entidad, el peso de cada caja en los órganos de decisión o sobre si es el primer paso para una futura fusión caliente.
Caja Vital cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto consolidado de 38,64 millones de euros, lo que supone una reducción de un 43,5% sobre el mismo dato de 2009, una vez efectuadas dotaciones para la cobertura de créditos y otros activos, por un total de 49,31 millones de euros, un 70,72% más que en diciembre del año pasado.
Por su parte, los representantes de LAB en la Asamblea de la Vital defendieron que cualquier proceso de fusión debe tener en cuenta tanto «el compromiso social y con las personas» como «el compromiso con el territorio, favoreciendo un sistema financiero con control público a nivel de los cuatro territorios» de Hego Euskal Herria.
La central abertzale lamentó que el actual proyecto incida «en caminos totalmente contrarios», al considerar que supone «un cambio sustancial de la naturaleza jurídica de los órganos de las cajas de ahorro» con «la admisión de capital privado y la permisibilidad de fusiones desnaturalizadoras». Asimismo, criticó la «bancarización, la privatización, el fomento de los intereses privados, la pérdida del carácter social, la privatización de la obra social, la pérdida de arraigo de Vital con su territorio y la pérdida de control público». GARA