La OTAN cede a la presión de París y se implicará en la lucha en torno a Misrata
Apenas unas horas después de que el Gobierno francés presionara a la OTAN diciendo que la situación en la ciudad libia de Misrata no podía seguir así, la Alianza, acusada de inoperancia por los rebeldes, dijo que «hará todo lo posible para proteger a los civiles» de esa ciudad.GARA |
Acusada de inoperancia por los rebeldes, la OTAN prometió ayer proteger a los habitantes de Misrata, ciudad del oeste de Libia bombardeada por las fuerzas leales a Muamar al-Gadafi, apenas un día después de que el régimen abriera la puerta a una posible transición, aunque con el coronel a la cabeza.
La Alianza Atlántica «hará todo lo posible para proteger a los civiles de Misrata», asediada desde hace más de 40 días por las tropas de Gadafi, según la portavoz adjunta de la OTAN, Carmen Romero.
El jefe militar de los rebeldes, el general Abdel Fattah Yunes, había acusado el martes a los aliados de «dejar morir a los habitantes de Misrata». «Si la OTAN espera una semana más, será el final de Misrata», dijo.
Según este antiguo ministro de Interior, que se unió a la rebelión en febrero, los habitantes de Misrata están han recibido amenazas de «exterminio».
«El agua está cortada, no hay electricidad ni alimentos, tampoco hay leche para los niños desde hace 40 días y, mientras, las fuerzas de Gadafi bombardean cada día casas, mezquitas y hospitales con artillería pesada», añadió.
Horas antes del anuncio de la OTAN, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, había indicado que la situación no podía seguir así.
«Misrata es, efectivamente, nuestra prioridad número uno», aseguró Romero. «El lunes efectuamos bombardeos alrededor de la ciudad, atacando equipos del Ejército de Gadafi», destacó la portavoz.
Por mar
Por su lado, el ministro francés de Defensa, Gerard Longuet, dijo que los rebeldes libios podrán abastecer por mar la ciudad de Misrata, y prometió que la coalición aliada trabajará para que «en ningún momento los medios militares de Gadafi puedan impedirlo».
En el otro extremo del país, seguían los bombardeos cerca del enclave petrolífero de Brega (800 kilómetros al este de Trípoli), a unos 40 kilómetros de Ajdabiya, según los rebeldes. Tanto los periodistas como los civiles tenían vetado el acceso a la zona.
El martes, en el frente de Brega, los insurgentes retrocedieron unos 30 kilómetros al este, ante la acometida de Gadafi.
El régimen dijo estar dispuesto a dialogar si los rebeldes deponen las armas.
La UE consideró que la situación en Misrata es «extremadamente preocupante» y se mantiene a la espera de una petición de la ONU para enviar una misión militar humanitaria con la que «apoyar a la población».