Los bancos siguen dirigiendo los movimientos de la bolsa. Sus cambios de orientación, debido a noticias negativas o positivas, se dejan sentir con precisión en los índices. Ayer, al contrario del martes, tocaba sustentar el avance en la buena respuesta obtenida por la subasta de deuda en Portugal, las ampliaciones de capital de diversas entidades financieras europeas y la gran demanda para la colocación de los 1.500 millones de euros en bonos a cinco años por parte del Santander. Los analistas creen que los esfuerzos de apuntalar la solvencia y cumplir con los requisitos de las normas Basilea III están teniendo éxito. Ahora bien, parece figurar en un segundo plano el compromiso del sector por la recuperación económica y la vuelta del crédito. Además, las nefastas previsiones del Gobierno español para el PIB y el desempleo no causaron la más mínima reacción. Tampoco hubo excesiva inquietud por la prevista subida de los tipos de interés en la eurozona, donde el BCE los elevará hoy hasta el 1,25%. Al final de la jornada, el Ibex alcanzó los 10.845,10 puntos, tras sumar un 1,56%. El ánimo fue inferior en París (+0,16%), Londres (+0,57%) y Fráncfort (+0,55%). En el Ibex, Sacyr (+5,77%) fue el mejor, pero el peso de la subida del índice recayó en BBVA (+3,18%), Santander (+2,21%), Popular (+2,15%) y Sabadell (+1,92%). Todos los grandes acabaron en positivo. Sólo BME y Telecinco se apartaron de los avances. En París, EDF (-3,15%) fue penalizado por la decisión del Gobierno de no subir las tarifas eléctricas. Société Générale (+2,76%) y Axa (+2,56%) tuvieron los mejores balances.