Itxako jugará en casa el partido de vuelta de la Champions League frente al Larvik noruego, el sábado 14 de mayo a las 19.00, aunque todavía quede por determinar la cancha en que se disputará el partido.

Lo que es seguro es que no será en Lizarreria, porque la Federación Europea de Balonmano (EHF) ya informó en su día al club que no reunía las condiciones de aforo exigidas para una final continental -un mínimo de 3.000 espectadores-. Itxako propuso entonces el Pabellón Anaitasuna de Iruñea, también rechazado por idénticos motivos, y porque no contaba con dependencias adecuadas para VIP y medios de comunicación.

Desde el pasado domingo, cuando se confirmó el pase a la final, el club de Lizarra ha redoblado sus esfuerzos para tratar de que la final se juegue en Nafarroa -si no fuera posible, la alternativa que se maneja es la de Logroño-, y ha vuelto a insistir a la EHF con el Anaitasuna.

Para poder lograrlo, el Gobierno de Nafarroa garantiza la instalación de unas gradas supletorias que eleven el aforo hasta el nivel exigido, y el club Anaitasuna asegura la remodelación de las dependencias necesarias para acoger a medios de comunicación y VIPs en la final.

El sorteo, celebrado ayer en la sede de la EHF en Viena, y al que asistió la secretaria del Itxako Anabel Calanda, deparó que el partido de ida se dispute en Larvik (Noruega) el fin de semana del 7-8 de mayo (el día exacto se concretará esta misma semana), y el de vuelta en la pista de Itxako una semana después.

Tras conocer el resultado del sorteo, el entrenador de Itxako Ambros Martín relativizó la importancia de jugar el segundo partido en casa: «Yo no pienso que el jugar en casa o fuera el segundo partido pueda llegar a ser determinante -aseguró-. Hay otros factores más importantes, como el saber jugar los momentos decisivos de los partidos. En nuestra corta historia en Europa lo cierto es que hemos ganado cuando el segundo partido lo hemos jugado fuera, y de hecho los dos equipos que jugamos la final, tuvimos que disputar la vuelta de semifinales lejos de nuestros feudos. Repito, no lo veo trascendental».

Donde sí puso el acento el técnico de Itxako fue en la calidad del rival. «El Larvik es el mejor equipo del mundo con diferencia, la base de la selección noruega, vigente campeona del mundo. Tiene dos grandes porteras que le dan mucha solvencia atrás, y luego, línea por línea, tiene un plantel excepcional».

Una decisión incomprensible

Respecto a la incógnita de la cancha, Ambros Martín mostró su desagrado por la decisión de la EHF. «Desgraciadamente no se va a poder jugar en Estella, algo que realmente no llego a comprender porque, ¿de qué sirve tener un pabellón de 5.000 si no llevas a la gente?, máxime cuando la situación actual del balonmano femenino no es demasiado boyante. En todo caso, si se confirma que podemos jugar en Anaitasuna, será positivo y ahora hay que preparar al máximo una cita histórica para nuestro club».

Miguel Bujanda, presidente del club, confía en que las gestiones ante la EHF hagan posible que el partido se dispute finalmente en el Pabellón Anaitasuna, «aunque ahora mismo está complicadísimo». En su opinión, tanto los aficionados como los patrocinadores se merecen que este partido se dispute en Nafarroa.

Respecto al orden de partidos y su posible influencia en la eliminatoria, Bujanda señaló que la final «está ahora mismo al 50%, y así estará también el primer día y el segundo, `pase lo que pase'». El presidente resaltó además la humildad («pero no falsa») de las jugadoras de su equipo, que no ha impedido que se hayan mostrado como un equipo muy competitivo.

La primera final para ambos

Itxako y Larvik disputarán su primera final de la Champions League, una competición dominada en la última década por los clubes daneses Viborg y Slagelse (que han sumado seis títulos de diez, tres cada uno), y quien gane se unirá al muy selecto grupo de los campeones de la máxima competición europea.

El formato actual de Champions League -antes Copa de Europa-, se disputa desde la temporada 1993-94, y en las 17 ediciones celebradas sólo ocho clubes han logrado inscribir su nombre en el palmarés: el Hypo Niederosterreich austríaco -1994, 95, 98 y 2000-; Viborg -2006, 09 y 10-; Slagelse -2004, 05 y 07-; el Krim Ljubljana esloveno -2001 y 03-; el Zvezda Zvenigord ruso -2008-; el Mar Valencia (actualmente Mar Sagunto) -1997-; el Skopje macedonio -2002-; el Dunaferr húngaro -1999-; y el Podravka Koprivnica croata -1996-.