Una de las leyendas vivas de la música country, Emmylou Harris, abandona momentáneamente su «pequeño Nashville» para presentar su disco de estudio número 21, «Hard Bargain», que resume lo que, en su opinión, supone vivir: una negociación diaria con resultados a veces tristes, a veces dichosos.

«No me gusta decir qué es country y qué no», dijo en una entrevista con Efe esta artista de cuarenta años de trayectoria, la mayoría ligados a una línea más tradicional, heredera de George Jones, que destaca que su motivación está ahora más ligada a conseguir «una buena canción», sin etiquetas.

Así ha facturado «Hard Bargain», que publica el martes en el Estado español y que recrea la que ha sido su propia biografía, una búsqueda de «equilibrio» entre momentos de baile y felicidad, con otros más densos, como los cincuenta años de amor de sus padres, interrumpidos por la guerra de Corea (su padre desapareció en combate durante un tiempo) o la pérdida de su amigo, Gram Parsons. «Su legado fue extraordinariamente importante para mí», dijo sobre el que fuera su mentor, al que dedica el primero de los once cortes inéditos del disco, «The Road».

Harris habla también de prejuicios y dedica una canción a la muerte del adolescente negro Emmett Till, asesinado en Mississippi hace más de cincuenta años por coquetear con una mujer blanca. «Aún tenemos un largo camino por andar» en el ámbito de los derechos civiles, opinó. «Aquel caso radicaba obviamente en la cuestión racial, pero cualquier vida tomada por razones de prejuicios y odio es trágica. Su muerte reactivó a la gente para que esto no volviera suceder, pero no debemos olvidar aquella lección», defendió.

En defensa de Dylan

Harris, que dio sus primeros pasos en el mundo de la música interpretando temas de Bob Dylan, se mostró categórica cuando se trata de defender a este miembro de la vieja guardia. Criticado por no haber interpretado sus temas supuestamente más comprometidos en una reciente actuación en China, Harris opinó que el autor de «Blowin' in th wind» «puede hacer lo quiera». «Desconozco la polémica, pero Bob Dylan ha cambiado el rostro de la música, de la política y el inglés como lengua. Siempre seguirá sus propias reglas. Probablemente hizo lo que le apeteció en ese momento».

A los jóvenes que empiezan ahora su carrera, simplemente les desearía «buena suerte» y se muestra feliz por haber empezado cuando lo hizo.