Lástima que el partido se jugara en familia, con menos de 4.000 espectadores en las gradas, porque tras un inicio desangelado, al final no hubo mal ambiente, y es que el triunfo de ayer merecía la celebración.

Después de mucho penar durante varios meses, Lagun Aro GBC sellaba la permanencia matemática en la Liga ACB al derrotar con solvencia a un Granada muy inferior.

Los hombres de Pablo Laso salieron concienciados para hacer del partido de ayer una final donde la derrota no fuera una opción. Jugando con seriedad, los donostiarras basaron su triunfo en un buen porcentaje en el tiro de dos -27 canastas de 41 intentos, con 6 mates en el lote, amén de una serie de canastas fáciles fruto del buen juego de pases y cortes- y de una defensa más que correcta durante 20 minutos, sobre todo en el segundo y tercer cuarto, que cortocircuitó al cuadro nazarí.

Como botón de muestra, Gianella, que venía de ser el MVP de la pasada jornada, se fue de Donostia con 2 puntos y 0 de valoración. Hombres como Coby Karl, Freire y Stefansson, por su parte, sólo encontraron el modo de anotar en los últimos minutos cuando los locales se relajaron sobremanera. Asimismo, ese bajón de tensión provocó que los de Laso perdieran más balones de la cuenta -18 en total-, aunque éstos no tuvieron incidencia en el devenir del partido.

Dos parciales clave

Lagun Aro GBC tardó poco en tomar la iniciativa en el choque, y amagó la escapada con un 19-12 tras una canasta de Doblas.

Lorbek -pese a sufrir una fascitis plantar, está jugando a gran nivel- paraba bien a Karl en defensa y Panko castigaba en el poste bajo al escolta nazarí. Aunque el primer cuarto acabara 21-17 gracias a los puntos de Stefansson y Lima -que acabaría lesionado tras un incidente con Doblas-, se presentía que los locales iban a poder romper el partido en poco tiempo.

La entrada de Baron propició el primer golpe al partido. El «búho» de Rhode Island se mostró letal en el lanzamiento, producto de la buena circulación de balón de su equipo. Así, Gipuzkoa Basket se aseguró llegar con una buena renta al descanso con un parcial de 10-0, pasando del 27-23 al 37-23.

Si Baron hacía estragos desde el exterior, Miralles lo hacía desde dentro. En la última jugada del segundo cuarto, Kone estableció el 43-30 definitivo convirtiendo en mate un tiro errado por Panko. Este segundo cuarto vio también el debut de Freimanis. El letón anotó dos puntos y mostró buenas maneras.

El partido estaba encarrilado pero había que rematarlo. En la reanudación, la defensa local maniató a los andaluces mientras abría la brecha del marcador a un máximo de 20 puntos, 52-32, para acabar un parcial de 9-2. Lagun Aro GBC empezaba a gustarse, sobre todo cuando Salgado y Kone conectaron con un espectacular alley oop.

La intensidad donostiarra bajó notablemente en los diez minutos finales. De esta manera, hombres como Freire o Karl lograron engordar sus números y el cuadro nazarí pudo maquillar la diferencia. Al final, triunfo merecido y un año más para GBC entre los mejores.