Gloria LATASA gloriameteo@hotmail.com
Fotogramas
Siempre me ha gustado decir que el cielo es como una gran pantalla de cine. Un lugar en el que continuamente podemos ver películas… del aire. Así que, si pudiéramos detener su movimiento y fijar una imagen conseguiríamos el equivalente a un fotograma. Algo que, en el caso de la atmósfera, se consigue con el mapa del tiempo de superficie, ese que tenemos un poco más abajo, el de «las isobaras». Un mapa que, bien leído y bien interpretado, ayuda a saber como va a conti- nuar la historia.
Este fotograma también podría ser considerado como una especie de retrato del aire a nivel del mar, ya que todos los datos que en él aparecen indican el estado de la masa gaseosa a cero metros, ignorando por completo la existencia de cualquier relieve. La mejor fuente de información para elaborar una previsión meteorológica, aunque hay que decir que hoy en día existen otras muchas como mapas del altura, imágenes de satélite, radares… que hacen la predicción más completa.
Un retrato que no ofrece más información que la presión del aire y los frentes. La presión es el peso del aire, la cantidad de aire que hay en un lugar. Aparece indicada, de 4 en 4 milibares, en las mismas isobaras. Esas líneas que pueden dibujar formas como anticiclones y cuñas o borrascas y vaguadas según la presión sea alta o baja. Los frentes señalan el lugar en el que se ponen en contacto dos masas de aire de distinta temperatura y humedad, por tanto de densidad diferente. Son líneas algo más gruesas que las isobaras y tienen adosados pequeños semicírculos y/o triángulos.
Si quisiéramos simplificar al máximo la interpretación de este mapa del tiempo diríamos que, en general y con muchas matizaciones, en los lugares donde las isobaras estén separadas el viento estará en calma, donde las isobaras estén juntas hará mucho viento, donde aparezcan borrascas el tiempo estará revuelto, donde haya anticiclones el día será bueno, alrededor de donde estén dibujados los frentes habrá lluvias y cambios de tiempo y en las zonas montañosas montañas el relieve reorganizará a su antojo las precipitaciones y el viento.
