Siria se enroca en una crisis que recuerda a Libia en sus inicios
Ni el régimen ni los rebeldes parecen dispuestos a dar marcha atrás. El primero, porque cree que más cesiones le llevarían al abismo. Los segundos, conscientes de que el aumento en la cifra de víctimas mortales, sea cual sea su origen, afecta de lleno a la legitimidad de al-Assad. Son ya muchos lo que comparan la situación reinante en Libia hace dos meses.
GARA |
El régimen sirio insistió ayer en que proseguirá con su ofensiva contra los bastiones rebeldes mientras que un grupo autobautizado como «los jóvenes de las revolución siria» hizo un llamamiento a salir hoy nuevamente a las calles de todo el país, día festivo musulmán.
Testigos que se presentaban como militantes de derechos humanos alertaron de que la situación humanitaria se degrada a cada hora que pasa en Deraa, dnde cifraron en 41 los muertos desde la ofensiva del lunes. Las mismas fuentes elevan a 502 las personas muertas desde el inicio de la revuelta el 15 de marzo.
El ministro de Información sirio, Adnane Mahmud, aseguró por su parte que medio centenar de soldados y decenas de policías han muerto estos días, los dos últimos ayer en Deraa y en Tell Kalaj, en la frontera con Líbano. En esta última localidad, decenas de personas, sobre todo mujeres y menores. huían de los combates hacia la frontera.
Algunas de las personas que huían narraban que las tropas rodearon la localidad tras una manifestación contra el régimen que tuvo lugar el miércoles y daban cuenta de enfrentamientos armados y de edificios gubernamentales en llamas.
Algunos analistas sobre el terreno destacan lo confuso de la situación. Sostienen que, pese a que al inicio las protestas eran débiles y localizadas y se limitaban a reivindicaciones económicas, éstas se han ido radicalizando con el paso de las semanas a medida que aumentaba el número de muertos. A ello contribuiría la solidaridad clánica o tribal, más allá de adscripciones idelógicas.
No parece haber dudas de que el régimen ha optado por una solución militar. Pero tampoco está claro que no haya habido desde el inicio el accionar de grupos armados opositores, tal y como denuncia Damasco.
Consejo de Seguridad
En esta tesitura, China y Rusia lideraron la oposición al voto -y van dos- de una resolución de condena a Siria presentada por los representantes de la UE en el Consejo de Seguridad.
Líbano, único país árabe en el Consejo, se sumó a la oposición. La mayoría de los regímenes árabes, Turquía e Irán recelan de una eventual caída del régimen de al-Assad, cada uno de los bloques y potencias por sus propias razones. Occidente, lastrado por la aventura militar en Libia, alberga dudas.
