El Ejército libio retomó ayer el control del puesto fronterizo de Dehiba, tras unos combates que forzaron a los rebeldes a adentrarse en territorio tunecino. Dehiba se halla cerca de Zenten, uno de los escasos puntos no controlados por el régimen en el oeste del país.

Atrincherados en la localidad, los rebeldes resistían con dificultad la ofensiva del Ejército, que lanzaba cohetes grad contra sus posiciones.

Situación similar se registraba en los alrededores de Misrata, donde el régimen ha concentrado tropas en torno al puerto, consciente de que es el único punto de suministro de víveres y armas para la rebelión y de que dejar en manos de ésta la tercera ciudad del país le despejaría el camino hacia Trípoli.

Pero tampoco pintaban bien las cosas para los rebeldes en el este. Un comandante opositor reconocía que el Ejército libio retomó ayer el control de la localidad de al-Koufra, en el sureste desértico. A última hora de ayer se escucharon disparos y explosiones en Bengasi.