El año pasado, en la fase de ascenso de Vilagarcía de Arousa, la UPV sorprendió derrotando en la jornada inaugural al cuadro anfitrión del Extrugasa por 66-67, un encuentro emocionante que las donostiarras se llevaron tras remontar un 66-63 adverso en los últimos segundos.

Ayer, el cuadro guipuzcoano se dio de bruces contra la cara oculta y menos agradable de la competición. Atenazadas por la presión de saberse favoritas -anotaron sólo 19 de 74 lanzamientos de campo, así como 22 de 36 tiros libres- las de Azu Muguruza cayeron por un claro 79-63 ante un Estudiantes que basó su juego en el trío compuesto por Castrejón -23 puntos-, Ygueravide -14 tantos- y Marta Zurro -19 puntos y 16 rebotes-. Para colmo de males, la capitana de la UPV, Arantxa Gómez Novo, con problemas en un tobillo, jugó muy mermada a partir del tercer cuarto.

Ya lo avisaba Azu Muguruza: si Estudiantes entraba en su particular «trance» de acierto y juego alegre y veloz, las cosas iban a resultar muy peliagudas. Y francamente, peor no habrían podido empezar: un 13-0 que obligaba a Muguruza a solicitar tiempo muerto. Marta Zurro se hacía la dueña de la zona mientras que Irene Castrejón, una base que ha promediado 10 puntos y 3 rebotes, hacía sangre en la canasta guipuzcoana con sus lanzamientos de tres.

Con todo, la reacción de la UPV debía llegar. Fue la benjamina, la ala-pívot Amaia Segües, la que dio el primer puñetazo sobre la mesa, forzando numerosas faltas -las dos de Zurro, entre ellas- y cargando con saña el rebote. Otras jugadoras como Sarr o Laura Arroyo comenzaron a aportar puntos.

Poco a poco, las de Azu Muguruza limaron su desventaja y, tras caer por 22-16 en el primer cuarto, lograban empatar a 24 mediado el segundo período.

Pero ahí llegaría el arreón triplista de Estudiantes. Mientras que la UPV mostraba el punto de mira desviado, Sandra Ygueravide y la sempiterna Marta Zurro lograron un parcial de 11-1 con el que volvían a escaparse las madrileñas en el marcador, hasta llegar 43-30 al descanso.

Aún había tiempo, pero llegaría la torcedura de tobillo de Gómez Novo -que aún así volvería para acabar con un horrible 3 de 24 en tiros de campo y 3 de 7 en tiros libres-. Mientras, a pesar de sus problemas de faltas, las del Ramiro lograban estirar la ventaja hasta el borde de los 20 puntos, con Castrejón nuevamente inspirada y Zurro imparable bajo los tableros.

Las guipuzcoanas sólo albergaban esperanza a través de cargar el rebote ofensivo e ir a la línea de tiros libres, pero su total falta de acierto las condenaba.

El duelo entraba en su último cuarto con 59-43 en el luminoso. El conjunto madrileño se sentía tan seguro que hasta se permitió el lujo de dar descanso a Ygueravide. Tirando de coraje, Gómez Novo volvía a la cancha y, con todo perdido, al fin llegaron los triples de la UPV, que sirvieron para empatar el cuarto.

Tras esta derrota, las de Azu Muguruza se la juegan este mediodía, a las 12.00, ante un Arranz Burgos que derrotaba al ADBA por un ajustado 56-50. De perder, se esfumarían las opciones de semifinales.