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CRÓNICA | san prudencio

El buen tiempo empuja a miles de alaveses hacia las campas de Armentia en el día del patrón

El tiempo acompañó a todos aquellos alaveses que decidieron festejar el día de San Prudencio en las campas que rodean la ermita de Armentia. Miles de personas llegadas desde distintos puntos de Araba se toparon con una fiesta en la que se entremezclaron sol, precampaña electoral y reivindicaciones sociales a cargo de los colectivos vecinales de Gasteiz.

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Ion SALGADO I

El buen tiempo con el que despertó Gasteiz echó por tierra el apodo del patrón de Araba, San Prudencio, también conocido como el «santo meón». E hizo presagiar que la romería a Armentia sería secundada por miles de alaveses.

La aparición del sol hizo que desde primera hora de la mañana una serpiente humana comenzará a tomar forma a lo largo del Paseo de Cervantes, calle que une el centro de la ciudad con la ermita de Armentia.

Sin embargo, los ciudadanos anónimos estuvieron precedidos por los artesanos y los vendedores ambulantes, que rodearon con sus puestos las campas aledañas a la ermita mucho antes del amanecer.

Unas campas que conforme pasaban las horas se preparaban para acoger una aluvión de personas, que concluían su romería tumbadas bajo el sol de mediamañana.

Entre los primeros «fieles» en aparecer frente a la estatua de San Prudencio se encontraban las caras conocidas de la política local. Entre ellas figuraban el diputado general, Xabier Agirre, y la consejera de Cultura del Gobierno de Lakua, Blanca Urgell, única representante del Gabinete de Patxi López, que, como en ediciones anteriores, optó por no unirse a la fiesta.

Tras las fotos protocolarias y los actos de precampaña, la jornada tomó una imagen más popular, y dejó paso a los verdaderos protagonistas de la misma: todos los alaveses que, desde primera hora,s tomaban posiciones en las barras de la txosnas y en las sombras de las campas. Buenos sitios en los que presenciar el campeonato «Eusko Label Urrezko Aizkolariak» o las muestras de dantzas.

Los más pequeños también contaron con un lugar reservado para ellos, un espacio compuesto por castillos hinchables y balones de playa con los que pasar las horas bajo el sol.

A partir de las 13.00, las personas congregadas en las campas comenzaron a buscar la mejor oferta para almorzar, y al igual que en las fiestas del resto de herrialdes, fueron los talos y la sidra las opciones más demandadas por los comensales, que, en gran medida, dieron la espalda a los tradicionales caracoles y perretxikos.

Por su parte, las cuadrillas de jóvenes y adolescentes que se repartían el espacio en las campas de Armentia prefirieron recurrir a un menú líquido, en el que cualquier bebida se convertía en un aliado contra el calor. Asimismo, el agua fue un elemento fundamental para hacer frente a las consecuencias lógicas de una noche de fiesta.

Regreso a Gasteiz

Pasado el parón de la comida, llegó el turno de la música, a cargo del grupo Drindrots, que amenizó la tarde de todos aquellos que permanecían en Armentia.

Poco después, a las 18.30, las personas congregadas junto a la ermita del santo comenzaron a realizar el camino inverso, y emprendieron la peregrinación de regreso hacía el centro de Gasteiz, donde se preparaba el último acto de la jornada: la tamborrada txiki.

Un acto simbólico en el que participaron más de un centenar de niños que, baqueta en mano, emularon a los mayores vestidos para la ocasión.

El desfile de los más pequeños tomó la salida en la Torre Doña Otxanda, y, tras recorrer las calles del Ensanche gasteiztarra, finalizó a las 20.30 horas frente al Palacio foral.

Con el último toque de tambor, y tras 24 horas de celebración, Araba iba a dar por finalizada la fiesta en honor de su patrón.

La próxima romería, está vez en honor de la patrona, Nuestra Señora de Estibalitz, tendrá lugar este domingo. No obstante, el acto, que se celebrara en el monasterio que lleva su nombre, tendrá un carácter más religioso y menos festivo.

Espacio reivindicativo

Pese a que la fiesta fue la tónica predominante a lo largo de la jornada, las revindicaciones sociales también encontraron un hueco entre los puestos de rosquillas y de artesanías.

Distintos colectivos aprovecharon la romería para difundir su mensaje, bien fuera gracias a una pancarta o mediante la colocación de un puesto donde vender camisetas y recoger firmas, tal como hizo la protectora de animales de Araba.

De igual manera actuaron las asociaciones vecinales de Gasteiz, que, en colaboración con distintos movimientos sociales, celebrarán una manifestación el próximo día 7 de mayo. Una marcha en la que los asistentes reivindicarán el derecho a la participación ciudadana y el respeto a la consulta popular.

Del mismo modo, otros colectivos como Mendiak Aske utilizaron la marcha hacia el Santo como escaparate para sus reclamaciones. En este caso el lema elegido por la agrupación ecologista, que podía leerse en una gran pancarta, fue «Eólicas sí, pero no así».

Sin embargo, el martes por la noche, víspera de San Prudencio, la reivindicación se topó con la represión política, puesta de manifiesto cuando la Ertzaintza impidió el paso por las calles del centro de Gasteiz de una tamborrada organizada por el movimiento pro-amnistía.

Los integrantes de la comitiva se detuvieron durante unos veinte minutos frente a los agentes de la Policía autonómica. Pasado dicho periodo de espera, los miembros de la comitiva dieron media vuelta y volvieron hacía el Alde Zaharra de la capital alavesa, donde continuaron tocando su repertorio sin ser ya interrumpidos por la presencia policial.

Posteriormente, acontecimientos como el sufrido por el movimiento pro-amnistía quedaron convertidos ya en la excepción en una jornada festiva que finalizó sin más incidencias que destacar.

Una fiesta de 24 horas en la que Araba, y especialmente Gasteiz, sonó con el ruido de los tambores, tanto de grandes como de pequeños, y disfrutó de una noche festiva que anuncia la llegada de las primeras fiestas de primavera a los barrios de la ciudad.

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