Los artistas, cuando promocionan una película, hablan de la experiencia como algo maravilloso en un tono que casi empalaga. Ésa es la norma general. Sin embargo, ayer el preestreno en Iruñea del último trabajo de Montxo Armendariz («No tengas miedo») tenía un aire distinto, más de compromiso con una causa que de pura venta de entradas. Los actores Lluís Homar y Michelle Jenner arroparon al director en su ciudad, que también es el lugar donde se realizó el rodaje. La película narra la historia de una víctima de abusos sexuales por parte de su padre, que ha llevado a los protagonistas a profundizar en un mundo oscuro y silenciado y que eclipsó cualquier polémica, como la que desató Armendariz al declarar que no volverá a rodar en Nafarroa. El director, por su parte, pidió tiempo para explicar qué le ha llevado a tomar esa decisión. Ayer no tocaba.

«Sé que este personaje no me va a ayudar a ganarme la simpatía del público», subrayó Omar, que interpreta al padre abusador. Trabajó su personaje con ayuda de psicólogos y leyendo testimonios reales. «Es una especie de doctor Jeckyl y Mr. Hide. Durante el día es un dentista y un padre maravilloso y atento. Pero, en la privacidad, emerge otra cosa y da rienda suelta a su monstruosidad». El actor señaló que éste es uno de los personajes más difíciles y complejos de su carrera, porque «no sólo es un monstruo, sino también un enfermo».

«Ha sido muy complicado, mucho. Sin duda, es lo más difícil que he hecho hasta ahora», confesó también Michelle Jenner, la protagonista de la película. Su personaje es una persona extremadamente introvertida, resultado de un abuso sexual por parte de su padre que se inició siendo muy niña. «Era casi una cuestión de hablar sin hablar. Había que contar todo lo que tenía que contar el personaje sobre el silencio, transmitir todos los sentimientos casi sin abrir la boca».

Romper el tabú y el silencio

Montxo Armendáriz confió «No tengas miedo» a la capacidad de Jenner y Homar de hacer creíble una historia muy compleja. Para ello, el director de Olleta estuvo estudiando el fenómeno durante un año y medio, en el que convivió con las víctimas de esta realidad. Después, guió a sus actores con abundante documentación para que se metieran en la piel de un abusador y su hija y así fueran capaces de establecer entre ellos una confusa relación de odio y amor a partes iguales.

El metraje cuenta además con la interpretación de Belén Rueda en el papel de mujer y madre de los protagonistas. Sin embargo, los minutos que tiene la actriz son muchos menos, puesto que la historia pone el foco muy de cerca en Homar y, fundamentalmente, en Jenner. Eso sí, el personaje de Silvia, la protagonista, se lo reparten tres actrices, puesto que la historia abarca la niñez, la adolescencia y la juventud de una mujer que vive en silencio su tormento.

«A nivel personal, ha supuesto una experiencia muy dura para mí», relató Jenner. «Éste es un tema tabú todavía. No se habla para nada. El porcentaje de víctimas es altísimo y hay muchísimas que no dan el paso de contarlo. Ponerte en contacto con esa gente, escuchar los testimonios, fue algo escalofriante. Su vida se rompe, pierden su infancia y sólo les quedan miedos y traumas, que les persiguen de por vida», explicó.

En el rodaje, siempre se tuvo muy en cuenta el hecho de que había que parar y desconectar, comentaron los protagonistas. «Parábamos, reíamos y luego volvíamos a coger con fuerza el papel. Si hubiésemos vivido todo el rodaje con esa intensidad, habrían resultado demoledores», afirmó Jenner que, al parecer, fue escogida por Armendariz porque vio en ella «una imagen de fragilidad» que se adecuaba al personaje.

Por su parte, Lluís Homar estaba enterado del proyecto casi desde el inicio: el director tenía claro que lo quería dentro. «El tiempo corrió en mi favor, ya que tuve un año y medio para prepararme al detalle el personaje». El libro que fue fundamental para la construcción del papel son las confesiones de un pederasta, en las que relataba cómo lo importante es el afán de dominación, que llega a estar incluso por encima del deseo sexual. Homar también destacó el trabajo que realizó con una psicóloga y con las especialistas en MDR, un tipo de terapia clínica específica para estos casos.

Un mensaje de esperanza

Tanto Jenner como él, afirmaron ayer tener la sensación de haber puesto su grano de arena para una causa importante. «Hay que romper el ocultismo que siempre ha rodeado este tipo de casos. Además de eso, la película supone un paso adelante porque deja claro que existe una posibilidad real de salir, de rehacer la vida», dice el protagonista, quien además confiesa que hay dos o tres víctimas reales de abusos sexuales que aparecen a lo largo del metraje, aunque se guarda discreción a la hora de apuntar quiénes son. «Ahora puedo entender y comprender mejor a estas personas, atisbar el abismo de soledad y horror», señala Homar.

Montxo Armendáriz afirmó que una de las primeras personas que vio el filme le dijo que le había parecido una película de terror, que había pasado un miedo terrible. Al director, le cuadra esta definición, porque «No tengas miedo» en parte ha sido la historia más «angustiante» que ha construido.