Amaia Agirresarobe, Silvia Piris, Ana Etxarte (*) Miembros de la Coordinadora Nacional de Alternatiba
No podrán ilegalizar la esperanza de un cambio estructural
Ellos son el pasado, nosotros y nosotras el presente y el futuro; ellos son el miedo y la represión, nosotros y la esperanza, la democracia y los derechos
Desde la Coordinadora Nacional de Alternatiba queremos transmitir nuestro más profundo rechazo a la decisión de la Sala 61 del Tribunal Supremo de impedir la presencia de Bildu en las próximas elecciones del 22 de mayo.
Entendemos que se trata una decisión estrictamente política, jurídicamente insostenible, y que impedirá de nuevo que miles de vascos y vascas puedan elegir y ser elegidos en los comicios del presente mes, imposibilitando la participación política de organizaciones legales y de personas comprometidas con el rechazo a todo tipo de violencia.
Independientemente de la resolución final del Tribunal Constitucional, esta decisión del Tribunal Supremo ahonda aún más si cabe en el gravísimo proceso de involución democrática iniciado en el Reino de España con la aprobación de la Ley de Partidos: son la Policía y la judicatura quienes marcan la agenda política; son el PSOE, el PSE y el PP quienes instrumentalizan a éstos en función de sus intereses; son las inventadas teorías de la conspiración las que se imponen a los argumentos jurídicos y legales; es la mancha de la contaminación la que se extiende en lugar de los derechos individuales y colectivos. Esto no es una democracia, no es la democracia por la que Alternatiba apuesta y defiende.
Pero este hecho no sólo supone un atentado contra los derechos civiles y políticos de la sociedad vasca, también es un intento por atacar y criminalizar una valiente apuesta de cambio estructural que se está gestando en la izquierda soberanista vasca, y que se opone frontalmente al actual modelo económico y social defendido por todas las derechas, desde el PP hasta el PSOE.
Los mismos que han auspiciado esta situación son los responsables de la grave crisis sistémica en la que nos encontramos: 5 millones de parados en el Estado español; conculcación de derechos socioeconómicos en base a reformas laborales y de pensiones; ataques constantes al sindicalismo confrontativo, etc.
No es casual que sea el Primero de Mayo la fecha elegida para anunciar esta lamentable resolución, ya que el objetivo es también impedir que la izquierda radical pueda ofrecer a la sociedad una alternativa nítida de transformación radical.
Ellos ya han elegido: los mercados, las transnacionales y la banca son sus aliados.
Los nuestros, las clases populares, las mujeres y hombres de a pie, los derechos de toda la ciudadanía.
Y no quieren que nadie les cuestione la legitimidad social, no quieren que nuevas experiencias de articulación de diversas izquierdas les haga sombra en su huida hacia delante y sin sentido.
Por ello, desde Alternatiba queremos decir que, a pesar de lo que pueda ocurrir, ni la Policía, ni la justicia, ni los partidos de la derecha podrán frenar esta marea de cambio que está surgiendo en Euskal Herria; nadie va a poder parar esta ilusionante experiencia de articulación de las izquierdas; y Alternatiba va a seguir apostando de manera denodada por este nuevo sujeto político popular y combativo, que acabe con esta falsa democracia y que supere el capitalismo y todos los actuales sistemas de dominación.
Ellos son el pasado, nosotros y nosotras el presente y el futuro; ellos son el miedo y la represión, nosotros y nosotras la esperanza, la democracia y los derechos.
(*) Firman también este artículo Arturo Muñoz, Luis María Salgado, Xabier Soto, Jorge Segoviano y Asier Vega miembros de la Coordinadora Nacional de Alternatiba.