CRíTICA cine
«Tokio blues» Recuerdos inamovibles
Mikel INSAUSTI
La película de Tran Anh Hung no ha gustado a los lectores de la novela de Murakami, pero es que tampoco parece convencer por sí misma a los que no la han leído. Así que, como desconocedor del famoso libro, me toca explicar las razones por las que la adaptación me ha resultado indiferente, cuando en teoría debería haberme tocado la fibra sensible. En primer lugar, entiendo que el título original con la traducción en japonés de la canción de los Beatles “Norwegian wood” es una referencia nostálgica, una evocación de un pasado vivido en primera persona y en clave íntima. Pues bien, no me llega el sentimiento de nostalgia por ningún lado y tengo la impresión de que la versión cinematográfica de “Tokio blues” transcurre en los 60 como podría haberlo hecho en cualquier otra época, pues a fin de cuentas habla de la pérdida de la inocencia y de un sentido abstracto de la juventud eternizado por la muerte a una temprana edad. Tampoco es que el trasfondo social de aquella convulsa década importe mucho, tanto en cuanto los protagonistas se cruzan ocasionalmente con manifestantes estudiantiles como si la cosa no fuera con ellos.
Hace cinco años Jun Ichikawa adaptó con mayor acierto a Murakami en “Tony takitani”, una película mucho más japonesa incluso en su banda sonora compuesta por Ryuichi Sakamoto. El cineasta vietnamita Tran Anh Hung ha preferido la música occidental, y dentro de ella al Jonny Greenwood de Radiohead, tan o más cargante que de costumbre. En lo estético también se fija más en Antonioni o en la nouvelle vague, sin logar que ese tratamiento formal conecte con el contenido, por lo que se queda en un vacío ejercicio de visualización de la lectura previa. La insistente voz en off o el recitado de cartas predomina sobre los diálogos, generando tiempos muertos que la imagen no es capaz de llenar de significado poético. En conclusión: es un craso error pretender llevar a la pantalla una novela calificada unánimemente de inadaptable sin traicionarla o reinventarla.