El último Sociómetro publicado por el Gobierno de Lakua, elaborado durante la segunda semana del pasado mes de abril y centrado en el estudio de las «instituciones locales», lanzó ayer una advertencia a quienes hasta ahora las han estado gestionando. Todos ellos suspendieron el examen de confianza de la ciudadanía, a excepción de los ayuntamientos, que aprobaron por la mínima.

Además, el Sociómetro presentado por el responsable del Gabinete de Prospecciones Sociológicas, Víctor Urrutia, deja entrever que los encuestados confían más en los poderes ejecutivos que en las distintas cámaras legislativas, como son las juntas generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y el Parlamento de Gasteiz.

En cuanto a la importancia de las distintas instituciones, algo más de la mitad de las personas consultadas opinaron que el Gobierno de Lakua es el responsable de solucionar los principales problemas. Unos problemas entre los que destacan el paro, la crisis económica, la situación política y la violencia.

Por otro lado, los tres diputados generales son los grandes desconocidos para el conjunto de la ciudadanía, ya que dos tercios de los encuestados señalaron que desconocen el nombre de los jefes de los gobierno forales. Y ninguno de ellos pasó el filtro de la confianza ciudadana.

Del mismo modo, los participantes en el Sociómetro mostraron sus dudas a la hora de distribuir ciertas responsabilidades institucionales, como la recaudación de impuestos o la puesta en marcha de políticas para incentivar el empleo.

Pese a desconocer las diferentes competencias de cada administración, la mayor parte de los encuestados afirmaron sentirse satisfechos con la labor realizada por los ayuntamientos y las diputaciones, e incluso con el trabajo realizado por el Ejecutivo autonómico.

Tres niveles institucionales que para un tercio de la población tienden a duplicarse entre sí; especialmente, entre el Gobierno de Lakua y las tres diputaciones.

Por otro lado, las instituciones sociales más valoradas por los encuestados fueron los medios de comunicación y la Administración de justicia. No obstante, ni una ni otra lograron el aprobado. En última posición de esta lista se encuentra la Iglesia católica, que suspendió con un tres sobre diez, cifra similar a la obtenida por las patronales española y vasca.

El Sociómetro volvió a recoger una imagen de desafección de la ciudadanía respecto a la política, ya que sólo una de cada cinco personas admitió estar interesada en la misma.

Entre las preferencias ideológicas, el estudio señala que uno de cada cuatro encuestados se autodenominó abertzale. Al mismo tiempo, la mayor parte de los ciudadanos y ciudadanas que participaron en la encuesta prefirieron posicionarse ligeramente a la izquierda del espectro ideológico.

No obstante, se debe remarcar que el Ejecutivo del PSE realizó el informe utilizando un muestreo poco consecuente con la realidad poblacional de la CAV, ya que tomó una muestra de 2.153 personas, de la que 1.082 residían en Bizkaia, 591 en Gipuzkoa y 480 en Araba -esta última cifra resulta demasiado elevada para el herrialde con menos población de los tres-.