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La patronal «bloquea» la negociación en el conflicto de comedores

La Asociación de Empresas de Restauración en Colectividades de Euskadi «está bloqueando» el convenio de los comedores escolares como denuncian al unísono los sindicatos. Zuriñe Andrés, de LAB, añadió que «su estrategia es contaminar a la opinión pública», al tiempo que insistió que en las actas se comprueba «el inmovilismo patronal».
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Juanjo BASTERRA

Esta próxima semana continúa la huelga en los comedores de la red pública que emplean a 4.500 trabajadoras, que dan servicio a 90.000 escolares en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. LAB, ELA y UGT mantienen el paro porque la Asociación de Empresas de Restauración en Colectividades, que agrupa a una serie de empresas como Auzo Lagun, Cocina Central Magui, Eurest, Gastromomía Baska, Gastronomía Cantábrica, Tamar Las Arenas, Cocina Central Goñi, mantienen -a juicio de las centrales sindicales- «bloquea la negociación». Zuriñe Andrés, de LAB, recuerda que la estrategia de la patronal de este sector se encuentra en «contaminar a la opinión pública», pero advierte que el trabajo sindical «es demostrar la verdad sobre la negociación del convenio con total transparencia». Para ello, se han trasladado a la opinión pública las actas de las reuniones que han mantenido desde que el 1 de diciembre de 2008 se constituyera la mesa de negociación, para que se compruebe «con absoluta transparencia» la situación actual de conflicto.

Diferencias salariales

LAB, ELA y UGT reclaman, entre otras cuestiones, la equiparación salarial respecto del personal dependiente directamente del departamento de Educación que cumple la misma función, e incrementos salariales por encima del 2,97%. Porque, según los datos sindicales, de los 25,70 euros por hora que perciben las empresas que prestan ese servicio a los escolares de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, sólo 12,16 euros se destinan al pago de los salarios de las trabajadoras. En el caso del personal dependiente del Gobierno de Gasteiz el salario supera los 13,34 euros.

Las trabajadoras también plantean mayores contrataciones en horas de trabajo para poder ejercer con mayor calidad la atención en los comedores, porque eso redunda en una mejora en la atención de los escolares. Calculan que deben de ser un mínimo de dieciocho horas más a la semana, a lo que hay que añadir otras seis horas a cargo de las empresas para la formación complementaria con el fin de mejorar esa calidad del servicio que se presta cada día.

Las actas de las reuniones a las que ha tenido acceso GARA demuestran que se está produciendo ese bloqueo, ya que desde finales del mes de noviembre y principios de diciembre, no han variado la propuestas patronales, que contaron con el rechazo unánime de las centrales sindicales. Además, las mismas se modifican y se cambian de reunión en reunión sin tener en cuenta acuerdos alcanzados con anterioridad.

Ya el 28 de octubre del año pasado, las centrales sindicales «entienden que las horas de mejora de la calidad de servicio es materia de negociación del convenio, por lo que se deberían de negociar y no imponer». Diez días después, el representante legal de las empresas propone «un 95% de equiparación para ambas categorías, es decir para la cocina y el personal restante», cuando -como explican los sindicatos- «en el anterior convenio ya se había negociado el 95% para las auxiliares y del 100% para el personal de cocina». Tras una semana, el nuevo encuentro entre las partes supone que la patronal anuncia que «las dieciocho horas de mejora más las seis de formación se incrementarían al porcentaje de ocupación de las trabajadoras», pero «no se considerarían como horas complementarias». El 30 de noviembre la patronal vuelve a proponer el 100% de equiparación para el personal de cocina, pero ya estaba pactado desde el convenio anterior. Sin embargo, el 9 de diciembre «dan un giro a la negociación» y «se desdicen de lo propuesto con anterioridad: son horas complementarias». A partir del 28 de diciembre, decide la patronal, según se refleja en las actas, que «no habrá más movimientos».

«Sin voluntad de acuerdo»

Las centrales sindicales entienden que, a partir de ese momento, «no existe ninguna voluntad de llegar a acuerdos, ni a negociar». Zuriñe Andrés afirma que «a las empresas de los comedores escolares no les importa la negociación, tan sólo están en la mesa de cara a quedar bien con la opinión pública y con la pretensión de llevar a los sindicatos a que sean éstos los responsables de la ruptura de la mesa». Sin embargo, añade que «los sindicatos seguimos intentando negociar, pero cuando una de las partes se niega, es imposible hacerlo».

Por ese motivo, la representante de LAB critica las «maniobras» de las empresas del sector «quienes nos acusaron a los sindicatos de poco talante negociador, cuando ya estaba convocado un nuevo encuentro entre las partes- Fue en abril». Por eso, Zuriñe Andrés sostiene que «si alguien se creía que harían algún movimiento, estaba totalmente confundido, ya que las empresas nos sugieren cuando nos juntamos que copiemos y peguemos el texto de las anteriores actas, ya que dicen que no van a moverse».

Las empresas, por otro lado, enviaron a finales de enero cartas a las trabajadoras en el que se les anunciaba «un incremento de un 2% el salario a cuenta del convenio», por lo que LAB y ELA expusieron en la reunión del 8 de febrero que «ese no era el camino y que la voluntad de llegar a acuerdo, como reflejaban las misivas, la queremos ver».

El 1 de marzo UGT se unió a LAB y ELA. «La portavocía hablará por las tres centrales»,dijo. CCOO se mantiene a parte y en solitario.

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