Algo aliviado tras su victoria en El Sadar ante el Valencia, Osasuna está obligado a realizar otro ejercicio de supervivencia en un territorio especialmente hostil como La Romareda. Si las visitas a Zaragoza ya suelen ser duras de por sí, la imperiosa necesidad de ganar de ambos equipos ha hecho que el equipo maño se vuelque para que la grada ejerza más presión que nunca y el feudo zaragocista registrará un lleno absoluto con el que pretenden poner las cosas aún más difíciles a los rojillos.

En esta final por la permanencia, José Luis Mendilibar ha decidido prescindir de dos delanteros como Pandiani y Aranda, que comenzaron la temporada como fijos. El técnico de Zaldibar negó que esta decisión signifique apostar por un planteamiento más defensivo, pero tampoco profundizó en exceso en los entresijos de su convocatoria, para la que recuperó a Krisztian Vadocz tras recibir ayer el alta médica. «Hemos jugado con tres delanteros y no hemos hecho ni ¡uy!. No por jugar con más delanteros haces más daño», declaró el vizcaino.

El técnico rojillo, fiel a su costumbre, no ha desvelado el equipo titular que alineará contra el Zaragoza, aunque será prácticamente el mismo que el del pasado domingo, quizá con alguna novedad en la media punta, donde podría tener su oportunidad el ex jugador del conjunto aragonés Fernando Soriano, ya que su envergadura y su potencia física pueden resultar muy válidas en un duelo que se prevé muy duro.

Mendilibar espera un partido poco vistoso por la importancia de los puntos en juego. «Jugamos dos equipos que estamos en la misma pelea. No va a ser un partido muy bonito, con muchos alardes, pero tenemos que saber competir. Tenemos enfrente un equipo que compite bien, que sabe lo que hace en todo momento y nosotros también tenemos que ser listos, no nos tenemos que salir del partido. Tenemos que meter el pie, disputar y luego estar acertados y jugar a fútbol. Parece que hablamos de peleas, guerras y batallas, y es un partido de fútbol», resaltó.

El técnico vizcaino indicó que es un partido para saber jugar «al otro fútbol» y restó importancia al ambiente que rodeará el encuentro. «Al final, jugamos once contra once. La grada ayuda, pero no juega. Hay jugadores que les ayuda, a otros no, lo contrario. Vamos a pensar que nos va a ayudar para motivarnos y para estar concentrados y jugar bien al fútbol».

Un triunfo vital

El Zaragoza, con un punto más en la clasificación, afronta el partido de esta tarde con el aliciente de saber que el triunfo supondría conseguir la permanencia virtualmente. Los de Aguirre se han mostrado especialmente fuertes en casa, donde han conseguido ganar sus últimos cuatro partidos, y pretenden mantener esa línea.