El Manomanista también es un estado de ánimo
Un Idoate crecido y en plena racha tras sus cuatro anteriores victorias desarboló por completo a un Asier Olaizola perdido y sin confianza después de tres meses lesionado, en un partido que sólo tuvo un color.
OLAIZOLA I 8
IDOATE 22
Jon ORMAZABAL
Jorge Valdano puso de moda aquello de que «el fútbol es un estado de ánimo» y Mikel Idoate y Asier Olaizola demostraron ayer en el Labrit iruindarra que la frase del locuaz técnico argentino es extrapolable al mundo de la pelota, especialmente en luchas individuales como el Manomanista.
En todo el frontón, las virtudes y las carencias de cada uno se exageran hasta el límite y así, Asier Olaizola pareció un don nadie ante un Mikel Idoate que, apareciendo prácticamente de la nada, ya se ha colado en semifinales en el año de su debut en la máxima cita.
Está claro que la diferencia real de cualidades entre el semifinalista del año pasado y Mikel Idoate no es tan abultada como la que reflejó el marcador del Labrit, pero el estado de forma y moral de ambos es, hoy por hoy, antagónico, de ahí que el joven delantero de la Txantrea pasara por encima del de Goizueta y venciera con total autoridad y merecimiento.
La principal diferencia hay que buscarla en el aspecto anímico, ya que mientras Olaizola I repitió al término del partido que «ya sabía que estaba mal», el de Aspe volvió a sacar a la cancha ese juego valiente y descarado con el que ha venido sometiendo a los cinco rivales que se le han puesto enfrente.
Así, el zurdo de Aspe sacó bien -hizo ocho tantos con el pelotazo inicial-, pegó con ambas manos, volvió a demostrar una gran variedad de recursos para acabar el tanto e incluso tuvo la inteligencia necesaria para encontrar uno de los mayores agujeros de Asier Olaizola, arrimando la pelota a pared izquierda.
Sin fe
Todo lo contrario que su rival, al que desde el primer tanto se le vio como sin fe en sus posibilidades. Y es que, hasta su única tacada de tres tantos seguidos, que llegó con un ya inviable 18-6, el de Goizueta no fue capaz de sacar brillo a su poderosa derecha en una buena serie de pelotazos y anduvo perdido sobre la cancha de la Bombonera.
Atosigado por la presión y la defensa de aire de su rival, nunca acertó a dar altura a sus pelotazos, se precipitó, el resto volvió a convertirse en un gran problema y, mientras Idoate se mostraba letal en las jugadas de saque-remate, en los pocos restos que el de Aspe dejó servidos, el de Asegarce tampoco tuvo la claridad suficiente para rematar y enlazar tacadas de tantos importantes con las que meterse en un partido que tuvo cuesta arriba desde el inicio.
Idoate arrancó con un 0-5 a su favor y, a partir de ese instante, su pase a semifinales fue más cómodo de lo esperado.
Con la victoria de Mikel Idoate ayer en el Labrit, Aspe ha vuelto a asegurarse la presencia de uno de sus pelotaris en la final que se jugará en el frontón Bizkaia de Bilbo, ya que el delantero de la Txantrea se enfrentará al ganador del Xala / Julen Retegi que se jugará esta tarde en Eibar.
A pesar de que los pronósticos saldrán a favor del vigente subcampeón del individual y el parejas, el partido de esta tarde en el Astelena se prevé bastante igualado. Y es que, por un lado el estado de forma del lapurtarra es una incógnita tras varias semanas sin disputar partidos, mientras que en varios foros se mantiene que éste puede ser el año de la explosión de Julen Retegi.
J.O.
En su primera participación en el Manomanista, y con solo 14 meses de profesional, Idoate logró su quinta victoria consecutiva, algo que únicamente han conseguido Irujo, Aimar Olaizola y Abel Barriola.
Jon Jaunarena se clasificó el viernes para las semifinales del Promoción, tras remontar un partido imposible ante Lemuno en Orduña. Con su derecha bajo mínimos, el de Leitza llegó a perder 18-8, pero tras quitarse una fila de tacos, completó una remontada increíble, 20-22.
Mikel Idoate parece el encargado de dar el relevo generacional en el manomanista, eliminando a los dos pelotaris más veteranos, Beloki y Olaizola I, que entre ambos sólo le han hecho 12 tantos.
Uterga y San Miguel llegaron al frontón corto de Lekunberri con cinco tantos de diferencia y certificaron su pase a la final del Torneo Mixto de Primavera tras volver a ganar el segundo partido 28-40 a los guipuzcoanos Zeberio y Ion. Los ganadores dominaron de comienzo a fin.
