Soldado, por partida doble, y Jonás marcaron los tantos del Valencia
Negados y vulnerables a domicilio
La Real sumó su octava derrota consecutiva fuera de casa en un partido sentenciado en el primer tiempo con tres goles en los que la defensa estuvo muy desacertada. Con el 3-0 empezó a pensar en el partido clave del miércoles contra el Zaragoza en Anoeta.
VALENCIA 3
REAL SOCIEDAD 0
Joseba ITURRIA
La Real encajó en Valencia su octava derrota consecutiva a domicilio y tendrá que encomendarse a Anoeta para conseguir el miércoles ante el Zaragoza la victoria que garantice la permanencia después de una jornada negativa que condenó al Hércules, pero que encareció la salvación con los triunfos de Getafe, Málaga y Racing y el empate del Deportivo y Sporting.
La Real queda a tres puntos del descenso a la espera de lo que suceda hoy entre Zaragoza y Osasuna porque no es competitiva en sus desplazamientos. Ya fue el déficit principal del equipo la pasada temporada y, con el salto de calidad de los rivales, se ha agravado en Primera. Un equipo de la máxima categoría no puede hacerlo tan mal en defensa si no quiere pasar problemas. En las últimas ocho derrotas lleva 22 goles encajados, casi tres de media, y es de largo el equipo más goleado a domicilio con 42. Sólo los triunfos de Anoeta y la calidad de los jugadores ofensivos permite afrontar las últimas tres jornadas con seis equipos por detrás.
La cantidad de goles recibidos dejan en evidencia la debilidad defensiva del equipo, como las jugadas de los tres de ayer. Muchas veces se comete la injusticia de responsabilizar sólo a los defensas y al portero de los goles, pero ayer es obligado mirar a la línea de cuatro, sobre todo a los dos laterales, pero tampoco los centrales estuvieron mucho mejor en esas acciones que decidieron el encuentro.
En el primer gol Carlos Martínez y Mikel González abrieron un espacio que no se puede conceder y nadie fue a presionar a Albelda. Además Demidov estaba con dos rivales y Estrada ni acudió a ayudarle a pesar de que era Joaquín el que buscaba el centro de Mata junto al que abrió el marcador, Soldado.
En el segundo gol Demidov tenía que haber hablado para impedir que Estrada saltara junto a él, lo que sólo provocó que la banda quedara desguarnecida para que Miguel tuviera todo el tiempo del mundo para levantar la cabeza y dar el centro perfecto para que Jonás superara en el remate a Mikel González, que se limitó a mirar al balón en lugar de taponar la llegada del goleador.
La Real todavía seguía viva pese a los dos goles de desventaja. Antes del segundo gol Griezmann y Aranburu tuvieron una buena opción para empatar y con el 2-0 el de Macón fue listo al sacar rápido una falta sobre el azpeitiarra, pero no acertó a meter a su equipo en el partido.
La puntilla
Después Carlos Martínez y Estrada consumaron otra acción defensiva lamentable. El navarro reculó en lugar de ir a buscar a Mathieu cuando recibió el balón y le permitió tener tanto tiempo como Miguel para buscar un destinatario de su centro para encontrar a Soldado, al que Estrada había regalado la posición. Si puntuar en Mestalla siempre es difícil, con semejantes facilidades resultó imposible.
En ataque la Real estuvo bastante decente hasta que llegaba al área rival, donde no acertó pese a crear ocasiones suficientes para meter más de un gol. Pero ahí también falló y cuando no se acierta en las dos áreas es imposible sumar resultados.
Porque la Real mereció un marcador más ajustado, pero cuando un equipo encaja en todas sus salidas un mínimo de dos goles no puede aspirar a puntuar. El objetivo era lograr que el público de Mestalla se pusiera nervioso en el primer tiempo, pero con un 3-0 antes del descanso la afición y el equipo valencianista vivieron una jornada de las más tranquilas.
Porque no fueron sólo los tres goles. Para el minuto 8 Joaquín y Dealbert ya habían tenido dos claras opciones para marcar y en el comienzo de la segunda mitad el andaluz y Banega volvieron a tener otras dos. Por un momento parecía que los blanquiazules iban a encajar un resultado de escándalo, pero mejoraron conforme transcurría el partido y el Valencia se limitaba a dejar pasar el tiempo sin querer ensañarse con su rival.
Buena vuelta de De la Bella
En ese segundo tiempo lo mejor fue la vuelta de Alberto de la Bella, que seguro que el miércoles volverá al once. Fue el mejor de los tres laterales y la duda estriba en saber quién será el sacrificado porque Carlos Martínez y Estrada se lo pusieron a Lasarte difícil en el plano negativo. Quizás el zarauztarra tiene más boletos, porque prefirió mantenerlo en el campo a pesar de sus cuatro tarjetas. No le importó que pudiera ver la quinta.
La entrada del catalán -da gusto ver a un defensa realista amonestado por ir al suelo con dureza a disputar un balón- fue lo más rescatable junto con el partido de Markel, que jugó los noventa minutos y demostró que merece la continuidad que le ha faltado. También Griezmann tuvo cosas buenas, pero debe golpear mejor en las jugadas de estrategia y no ser tan frívolo en los remates. Y no por el tercero de espuela, que fue el mejor, sino por los dos intentos de vaselina desde una posición en la que debía optar por un potente tiro en una media hora final en la que la Real fue mejor.
Pero tanto el partido de los laterales como esos detalles de Griezmann forman parte del peaje a pagar cuando juegan jugadores con poco experiencia. Deben aprender de sus errores porque en Primera se pagan, y más contra jugadores de la calidad de los del Valencia.
Martín Lasarte llegó más tarde que nunca a la sala de prensa porque se encerró con sus jugadores en el vestuario tras la derrota. Les trasmitió, según desveló el técnico, que «sabemos lo que nos jugamos y lo que nos ha costado llegar a Primera División y mantener la estrategia del club de que el mayor número de jugadores sean del club, para bien o para mal. En algunos momentos salieron las cosas muy bien, en otras no, pero hay otros equipos que están peor. El equipo sabe lo que se juega y cuando acabó el partido y cerramos las puertas y hablamos vi a la gente viva, con buena actitud para preparar lo que nos viene».
En su análisis del encuentro, destacó que
«hicimos una muy mala primera parte que condicionó el resto del partido. En la segunda lo intentamos, pero no estuvimos afortunados de cara a portería. Tuvimos claras ocasiones y no creo que ninguna la sacara el portero. Definimos muy mal. Hay partidos que hemos ganado con dos ocasiones y esta vez tuvimos más y no las aprovechamos. Fue un partido malo en el que no hay mucho que destacar y buscamos dar descanso a algunos jugadores para el miércoles. Se suele decir que después de un gran triunfo viene una gran derrota y, a partir de ahora, debemos pensar en el partido del Zaragoza, muy importante».
El técnico uruguayo, que volvió a repetir la sensación de que De la Bella jugará el miércoles, también destacó que «nos enfrentamos a un equipo vivo con sus objetivos por los que pelear, de grandísima calidad, con muchas herramientas, con grandísimas prestaciones. En la primera parte, además de hacerlo mal nosotros, ellos lo hicieron muy bien. En el segundo tiempo lo hicimos mejor y el Valencia levantó el pie del acelerador».
GARA
La Real regresó tras el partido en vuelo charter que tenía prevista su llegada a las once de la noche al aeropuerto de Noain y efectuará hoy la habitual sesión post-partido a partir de las once en el Z-7 a puerta abierta, donde empezarán a pensar en la visita del Zaragoza a Anoeta del miércoles a las 20:00.