Raimundo Fitero
Seve Golf
Las reacciones ante la muerte de Severiano Ballesteros han pendulado entre el oportunismo y la emoción sentida. Oportunismo por lo expresado por algunos periodistas deportivos, políticos en celo electoral y tiralevitas de vocación. Los obituarios han cambiado de punto de vista y no se hacen recordando al fallecido, sino filtrando la vida del occiso a través de la supuestas vivencias personales de quien lo recuerda. Para muchos, lo relevante es que conocían a Seve (dicho así da más intimidad y cercanía), no que hubiera sido un pionero de un deporte enigmático que tuvo un conocimiento y auge a través de sus logros como campeón.
Ha muerto joven, tras un tumor cerebral al que pareció vencerlo tras unas operaciones muy delicadas. Las semblanzas que se han venido realizando desde que se conoció su defunción han sido una constante acumulación de sensaciones comunes. Mucha unanimidad. No abundan las palabras adecuadas para estas situaciones. Se recurre al repertorio. Mejor lo dejamos. Sus familiares y allegados son los que han sufrido su deterioro y su desaparición. Los demás somos espectadores de una especie de canonización deportiva exagerada.
Lo curioso es que hay una bajada de socios en los campos de golf, de afiliados, de practicantes. Y en estos precisos momentos existe una campaña por muchos medios de comunicación, entre ellos la televisión pública estatal que a través de un programa de captación llamado «bautismo de golf», intentan popularizar este deporte tan extraño. La figura de la enseñante es una mujer joven, es decir el mensaje es que también es un deporte para mujeres. Y siempre aparecen jóvenes. Quieren huir del estereotipo de jugador fondón, con mucho dinero y tiempo para pasearse por el campo con un propio llevándole la pesada cargada de sus instrumentos de juego.
Es más, no es el golf un deporte muy televisivo, ni muy televisado, a no ser por plataformas de pago, y aquí llega otra coincidencia, el día en el que Ballesteros era triste noticia se retransmitió, como un homenaje intuido, un Open estatal. No les digo la audiencia para que no se depriman más los amantes de este fantasmal deporte de diseño y ventolera.