El primer domingo de campaña electoral sacudió con fuerza la capital guipuzcoana que acogió, casi al mismo tiempo, los actos centrales del PNV y del PSE. Los jeltzales celebraron su mitin bajo el sol que azotaba la plaza de la Trinidad, mientras que, algo más frescos, la plana mayor del PSOE, con el vicepresidente primero del Gobierno español y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la cabeza, convencían a sus votantes en el interior del Kursaal. Ni uno ni otro acto pasó desapercibido debido para los viandantes que acostumbran a disfrutar de Alde Zaharra y sus aledaños en jornadas como la de ayer debido a los fuertes dispositivos de seguridad que se montaron.

El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, que fue recibido por seguidores que ondeaban ikurriñas de plástico, situó su apuesta política «en el cauce central»; «entre el matrimonio sin amor de PP-PSE y el matrimonio de conveniencia de Bildu», precisó.

La preocupación de que el pacto suscrito por el PSE y el PP para ocupar Ajuria Enea avance hacia otras instituciones parece agobiar al PNV, que aprovechó la alocución de Urkullu para censurar sobremanera ese acuerdo.

Para el líder jeltzale la unión entre PP y PSE «sólo mira al pasado» y, por ello, recordó que los ciudadanos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa ya tienen dos años de «escarmiento». «Es mirar hacia atrás, es desandar el camino, es diluir el autogobierno vasco», incidió. Consideró que ambas formaciones no tienen ni proyecto ni programa, «sólo buscan su unión». «PSE y PP no son dos, es uno solo», prosiguió Urkullu para recalcar a continuación que únicamente el PNV «es opción de futuro».

A no mucha distancia de la Parte Vieja, desde la otra orilla del Urumea, era el lehendakari Patxi López quien replicaba al líder jeltzale. Precisamente, el PSE rechazó la «muletilla» empleada por el PNV que insiste en que el PSE busca extender su pacto con el PP al resto de instituciones. A ese respecto, López afirmó que «no hay frentes» y auguró que la política de alianzas tras las elecciones «será tan plural y tan diversa como el propio país».

Desde el acto del Kursaal volvieron a pasar la pelota al viejo frontón donostiarra, ya que López solicitó a Urkullu que «revise eso de la política de frentes, porque son ellos los que la están intentando practicar en este país. Y lo intentarán también con Bildu», recalcó.

La coalición de izquierdas y abertzale conformada por EA, Alternatiba e independientes también fue protagonista en ambos actos. Para Bildu fue el primer mensaje del PNV. Su aspirante a la Alcaldía de Donostia, Eneko Goia, criticó a esta nueva opción política por presentarse como un cambio ante la actual gestión del Ayuntamiento donostiarra y contar en su seno con Alternatiba, referiéndose a que una de los tres ediles elegidos hace cuatro años por la coalicion EB-Aralar ha formado parte del equipo de gobierno de Odón Elorza.

El lehendakari, por su parte, inició su discurso con la negativa a pactar con la coalición independentista. López aseguró que declinará esta posibilidad en todos los ayuntamientos y en las diputaciones «porque Bildu está en contra de todos los grandes proyectos del país y porque la nueva coalición debe recuperar la confianza democrática de la ciudadanía y ser mucho más exigente con ETA, pidiendo claramente, sin juegos de palabras, su disolución».

La decisión que tomó el Tribunal Constitucional la medianoche del pasado jueves también fue valorada por el presidente jeltzale, quien se congratuló de estar ante una campaña electoral «de verdad». A los ojos de Urkullu, el próximo 22 de mayo los ciudadanos y las ciudadanas tienen, por fin, la oportunidad de elegir «entre todas las opciones políticas».

«Esto es la democracia. Fuera la violencia. Fuera la impugnación política y calculada en beneficio propio. Fuera los bloqueos y fuera los bloques», enfatizó Urkullu cada frase en un intento por dar ambiente al mitin.

Las impugnaciones a las que se han visto sometidas las listas de Bildu fueron un tema recurrente para los oradores jeltzales. Urkullu denunció que tanto el PSOE como el PP han intentado «condicionar la campaña y el mapa político e institucional de Euskadi», y se dirigió a su base social para explicar que el PNV «ha hecho todo lo que estaba en su mano» para conseguir que Bildu concurriera a las elecciones. Así aludía al ultimátum que dio al PSOE al advertirle de que no apoyaría los presupuestos estatales si Bildu no pasaba el filtro del TC. Volvió a precisar que el PNV no ha recibido ningún agradecimiento por su «esfuerzo», pero apuntó que no le importa «por que no lo hemos hecho por ellos, lo hemos hecho por la sociedad vasca».

López también defendió ante los seguidores del PSE el derecho de la coalición a concurrir a los próximos comicios y destacó que «a ser demócrata se aprende practicando».

Su compañero y candidato a renovar el cargo de alcalde de Donostia, Odón Elorza, fue más tajante al respecto y se mostró «muy satisfecho» ante la decisión del Constitucional de permitir a Bildu estar en esta cita electoral. «Las libertades civiles han triunfado», señaló desde el escenario del Kursaal. A su juicio, la sentencia -que se hará pública oficialmente mañana- está «llena de lógica democrática» y supone «una gran victoria del Estado democrático». Además, auguró que los ayuntamientos «van a convertirse en escuelas de democracia». «Está en juego la construcción de la convivencia en este país que es la clave para conseguir llegar a la paz», sentenció.

La grave situación económica fue otro de los ejes de ambos mítines. Para el PNV el paro es la «preocupación central de sociedad» y, sin detallar ninguna alternativa específica, apuesta «por dar lo mejor», que es el lema de su campaña.

López, por su parte, defendió la necesidad de que sea su partido quien gestione la Diputación de Gipuzkoa, porque de esa forma demostrarán que se puede gobernar «de otra manera, poniendo a las personas y sus problemas reales en el centro de la acción política, y buscando el diálogo y la cooperación entre las instituciones».

El acto del Kursaal también contó con la presencia de Jesús Eguiguren, Miguel Buen, Rafaela Romero, Rodolfo Ares, Gemma Zabaleta e Isabel Celaá.