La muerte de Bin Laden abre las especulaciones sobre su sucesor
La muerte de Osama Bin Laden en la operación de Estados Unidos en Abbottabad ha abierto las especulaciones sobre su sucesor. Aunque se coloca al egipcio Ayman al Zawahiri como el más probable, algunos analistas creen que no suscita la unanimidad de los miembros de la red y lo definen como «más extremista» que Bin Laden.
GARA | WASHINGTON
La muerte de Osama Bin Laden ha colocado a su lugarteniente, Ayman al Zawahiri, como su sucesor al frente de Al Qaeda a los ojos de los gobiernos y medios de comunicación occidentales. El egipcio Al Zawahiri, de 60 años y cirujano de profesión, está considerado desde hace años la mano derecha de Bin Laden. El Gobierno de EEUU ofrece ya una recompensa de 25 millones de dólares por su captura y ha sido uno de los líderes que ha aparecido en los vídeos difundidos por Al-Qaeda.
También ha aparecido con frecuencia Abu Yahya el Libi, un libio considerado como líder ideológico que se unió a Bin Laden en Mauritania, donde vivió como estudiante religioso. Escapó de una prisión en Afganistán en 2005 y en uno de sus últimos vídeos alentó a los rebeldes libios a ir más allá del derrocamiento de Gadafi y establecer un régimen islámico en Libia.
En cuanto a Al Zawahiri, procedente de una familia egipcia de clase media, fue arrestado por pertenecer a los Hermanos Musulmanes. La primera acción que se le imputa es haber organizado en 1981 el atentado que mató al presidente egipcio Anuar el Sadat durante un desfile militar en El Cairo.
Tras el magnicidio, pasó tres años en prisión y posteriormente viajó por Arabia Saudí y Pakistán. Conoció a Bin Laden en 1985, en Peshawar, en la frontera afgano paquistaní, donde coincidieron en la organización del traslado de 20.000 combatientes voluntarios árabes contra la ocupación soviética de Afganistán. De esa época data la carta fundadora firmada en 1998 conjuntamente por Bin Laden y Zawahiri de Al Qaeda, creada para combatir el régimen pro soviético de Kabul.
Sin unanimidad
En 1995 apareció junto a Bin Laden en un vídeo en el que ambos amenazaban con represalias contra Estados Unidos por la detención del jeque egipcio Omar Abdel Rahman, en conexión con el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York. En 1998 fue uno de los firmantes de la fatua (edicto) de Bin Laden, en la que se ordenaba atacar los intereses de Estados Unidos en todo el mundo.
En 1999 fue inculpado por EEUU, junto con Bin Laden, y catorce presuntos miembros de su red, de los atentados contra las embajadas de EEUU en Tanzania y Kenia, que causaron unos 240 muertos.
Tras los atentados del 11-S, la Interpol ordenó su busca y captura, bajo la acusación de ser «una de las cabezas de Al Qaeda». En los últimos años, especialmente desde 2004, ha aparecido con frecuencia en vídeos, lo que ha servido para despejar los rumores sobre su muerte ya que EEUU ha tratado sin éxito de matarlo.
Para Mohammad Abou Rummane, especialista jordano en movimientos islamistas, «Osama Bin Laden representaba un símbolo. Con su muerte, Al-Qaeda va a conocer una crisis de sucesión, porque ninguna otra personalidad de la red posee el carisma de Bin Laden».
Cree que Al-Zawahiri no cuenta con la unanimidad entre los miembros de la red islamista. Además, a su juicio, Al-Qaeda ha perdido popularidad desde el inicio de las revueltas en los países árabes y se ha convertido en una multitud de ramas locales, cuyos vínculos con Bin Laden no eran organizativos y éste mantenía sólo un papel de guía espiritual.
La opinión sobre las discrepancias con Al Zawahiri es compartida por Anouar Eshki, director del Instituto de Estudios Estratégicos de Oriente Próximo. En su opinión la actividad de Al-Qaeda se va a debilitar en Arabia Saudí, Yemen y Somalia.
Un antiguo compañero de Bin Laden, Houthayfa Azzam, dijo a France Press que éste no controlaba ya la red sino que estaba dirigida por al Zawahiri. A su juicio EEUU le ha dado un pretexto ideal a un hombre aún más extremista para llevar a cabo operaciones de venganza «El propio hijo de Bin Laden, Omar, me lo dijo cuando volvió a Arabia Saudí porque su padre había perdido el control de Al-Qaeda». Azzam dejó la red en 1998 por razones ideológicas pero asegura haber mantenido la relación con Bin Laden. Cree que, a diferencia de Al Zawahiri, Estados Unidos podría haber negociado con Bin Laden. «Espero un recrudecimiento de las operaciones contra Occidente y sobre todo contra Pakistán, porque Al-Qaeda está convencido de que es el que ha matado a Bin Laden». Cree que Islamabad sabe dónde se encuentra Al Zawahiri, pero no lo dirá.
El consejero de Barack Obama para la seguridad nacional, Tom Donilon, dijo ayer a la cadena NBC que al-Zawahiri «está lejos de ser un líder» como Osama Bin Laden. Afirma que no concita la unanimidad de Al-Qaeda. No obstante, EEUU sigue considerándolo «el terrorista más buscado del mundo».
Muerto Osama Bin Laden, Estados Unidos ya está buscando la imagen de un nuevo enemigo que suscite el rechazo que ha provocado el líder de Al-Qaeda desde los atentados del 11-S. Quien reemplace a Osama Bin Laden como líder de Al-Qaeda se convertirá «en el nuevo enemigo público número 1 de Estados Unidos» ha advertido el director de la CIA, Leon Panetta. El que ahora es considerado núméro 2 de la red, Ayman al-Zawahiri, deberá preocuparse por su propia seguridad a tenor de las palabras de Panetta, que asegura que «sube muy rápidamente en la lista».
Aunque cada vez más analistas creen que el rol de Bin Laden era más el de un líder espiritual que el del jefe de una organización, Estados Unidos cree que mientras Al-Qaeda no cuente con un nuevo dirigente, puede aprovechar esa situación, a juicio del director de la agencia estadounidense de inteligencia. «Pensamos que eso nos dará oportunidades para continuar los ataques en tanto los miembros de Al-Qaeda debaten para saber quién reemplazará finalmente a Bin Laden», afirmó. «Pero puedo asegurar que el que ocupe su lugar será el número uno de nuestra lista», añadió Panetta. GARA
