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La afición habla de remontada factible, pero con mucho sufrimiento

Entre la confianza y la precaución se mueven los seguidores de Itxako a la hora de analizar la obligada remontada que deberá materializar el equipo en el Anaitasuna. Todos ellos están convencidos de que las lizartarras acabarán levantando el trofeo, pero será con sufrimiento.

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Natxo MATXIN

Nadie dijo que esto iba a ser fácil. Es la máxima competición continental de clubes y se trata del partido decisivo. A la escuadra navarra sólo le queda un peldaño para ser considerado el mejor conjunto europeo, algo que sólo se consigue con mucho sacrificio y tesón. Los hinchas amarillos son conscientes del enorme reto al que se enfrenta su equipo y se manejan entre la prudencia y la esperanza para concluir que éste será el año de Itxako.

«Aunque es una eliminatoria muy complicada, con un resultado peligroso ante un rival enorme como es el Larvik, tengo la esperanza de que la vamos a superar, pero será muy difícil, sufriendo mucho y seguro que con alternativas en el marcador», apunta el presidente de la peña Sukar Horia, Toño Pastor. Curtido en mil batallas, no en vano lleva toda su vida siguiendo a las lizartarras allá donde van, avisa de que las noruegas «son posiblemente el mejor equipo de Europa, por afición y organización», y que habrá que jugarles en el Anaitasuna «muy parecido a como se ha hecho aquí», en referencia al encuentro de ida.

«Hay que contrarrestar su contra y eso será posible si no hay pérdidas de balones -insiste- porque en una salida rápida suya te meten dos goles, el que no marcas y el que encajas. Su juego es el peor que nos va, pero aquí en Larvik hemos sabido cortocircuitarlo». Para Pastor, el factor cancha va a ser un aspecto decisivo. «Si conseguimos que el Anaitasuna sea una olla a presión, que creo que la afición va a responder, eso ya supone enjugar los dos goles de desventaja que ahora tenemos», considera.

La enorme progresión deportiva de las amarillas no pasa desapercibida para nadie y quienes mejor lo saben valorar son aquéllas que se han dedicado a otras disciplinas deportivas. Popi Etxarri fue entrenadora del Lagunak de fútbol femenino y Marta Ozkoidi, jugadora durante muchos años. Desde hace dos temporadas siguen de manera concienzuda a la formación lizartarra y no dudaron en desplazarse hasta Larvik para animarles en directo.

Ellas saben por propia experiencia lo dificultoso que resulta llegar a lo más alto. Con sana envidia, ven a un grupo que «ha ido evolucionando a mejor cada año» y que «está mucho más maduro», resalta Etxarri. Una experiencia que servirá de mucho para una eliminatoria «complicada», pero que «está abierta» después del «buen» resultado obtenido en la cancha noruega, añade Ozkoidi. «Estamos hablando del máximo nivel», corrobora Etxarri, para quien una de las claves en la vuelta «será mantener la misma defensa exhibida en la ida». «Anaitasuna debe ser el jugador número ocho y es importante saber controlar los nervios y que no pese la responsabilidad», apostilla Ozkoidi.

Contrarrestar a Larsen y Loke

Seguidor desde hace bastantes años y socio hace dos, José Manuel Jiménez salió del Larvik Arena «con la sensación de que estamos vivos, de que hay posibilidades de remontar la renta de la noruegas y de que éstas son un equipazo». En este sentido, destacó a Larsen, que «ha sido la estrella del equipo y demostrado un gran nivel pese a estar renqueante durante la segunda parte» y a Heidi Loke, «otro de los pilares del Larvik».

Contrarrestar los movimientos de estas dos jugadoras y un llenazo del pabellón Anaitasuna son, a juicio de Jiménez, dos aspectos fundamentales para creer en la remontada frente a lo que es «la base de un equipo que ahora es campeón olímpico y europeo, ahí es nada». «Si al final Itxako consigue el trofeo, el éxito será de la misma entidad al que obtuvo el San Antonio cuando ganó la Champions. Creo que a estos niveles, el balonmano femenino, que para mí tiene mucha más belleza en su juego que el masculino, debería tener el mismo reconocimiento», reivindica.

La murietarra Ana Etayo acumula 17 años como seguidora amarilla y confía en el hecho de que «tenemos muchas bazas» para ganar la Champions, aunque también avanza que el compromiso decisivo «va a ser muy duro, un partido completamente distinto, con un Larvik mucho más duro y en el que nosotras también apretaremos más», pero recordando que «cualquiera hubiéramos firmado al inicio de la temporada encontrarnos en la final con un -2».

En su opinión, Anaitasuna va a ser fundamental «porque se trata de una pista especial para motivar a las chicas, es un título que, llegados hasta aquí, no podemos dejar escapar», anima. Si todos ellos aciertan, será una buenísima señal.

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