Miles de mexicanos se concentraron ayer en las calles del Distrito Federal, a la llegada de la llamada Marcha Nacional por la Paz para protestar por la situación social en el país y, sobre todo, en recuerdo de las más de 38.000 victimas mortales en las actuaciones de la llamada «guerra contra el narcotráfico» iniciada por el presidente Felipe Calderón en 2006.

La marcha, organizada por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que aglutina a más de 100 organizaciones de la sociedad civil, llegó a la Plaza del Zócalo para presentar una lista de exigencias, entre las que se encuentran la garantía de seguridad ciudadana y una reforma del sistema democrático o de lo contrario el Gobierno se expondrá a «acciones de resistencia civil».

El Movimiento exige la detención de autores materiales e intelectuales de crímenes; poner fin a la estrategia de guerra y asumir un enfoque de seguridad ciudadana; combatir la corrupción y la impunidad; combatir la raíz económica y las ganancias del crimen; la atención de emergencia a la juventud y acciones efectivas de recuperación del tejido social; democracia participativa y mejor democracia representativa.

La mayor parte de los manifestantes, que el Movimiento calculó en unos 20.000, vestidos de blanco y en silencio, llevaban pancartas en las que se podía leer «Ni una muerte más», «Ya Basta» y «Basta de derramar sangre». La marcha comenzó el jueves en la localidad de Cuernavaca, donde el pasado marzo falleció el hijo del escritor y cabecilla de la marcha, Javier Sicilia, presuntamente a manos de un grupo de sicarios.

Siguiendo esta convocatoria y respondiendo al llamado del EZLN varios miles de personas participaron también en una manifestación silenciosa en San CristÓbal de las Casa, en la que participó la Comandancia General del EZLN.