Cientos de personas acuden al Bizkargi Eguna pese al veto judicial
La prohibición de los actos políticos del Bizkargi Eguna por parte del juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco no impidió que cientos de personas ascendieran hasta la ermita de Santa Cruz para participar en los actos festivos pese a la intensa presencia policial. La escena se repitió horas después en el centro de Larrabetzu, donde se suspendió la manifestación pero se mantuvo la romería.
GARA | LARRABETZU
Cientos de personas participaron ayer en los actos festivos del Bizkargi Eguna pese a la numerosa presencia de efectivos de la Ertzaintza, tanto por la mañana en la ermita situada en la cima del monte en el que gudaris vascos combatieron en la Guerra del 36 como por la tarde en el casco urbano de Larrabetzu.
Tras el veto del juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco a este acto que se viene organizando desde tiempos del franquismo, el movimiento pro amnistía de Zornotza suspendió el mitin político previsto a las 12.30 en la cima de Bizkargi «para evitar cualquier incidente o cualquier tipo de problemas», pero se mantuvieron el resto de actividades lúdicas organizadas por otros colectivos, como actuación de trikitilaris, bertsolaris, música y txosnas. De este modo, cientos de personas pudieron aprovechar la espléndida mañana que se vivió ayer en Bizkaia para subir a este paraje y disfrutar del programa festivo.
No obstante, el Departamento de Interior de Lakua montó su despliegue policial en los accesos a la cima de Bizkargi. Testigos relataron a GARA que al menos nueve vehículos de la Ertzaintza estaban en la zona y que los agentes portaban material antidisturbios.
La escena de la mañana en la cima de este simbólico monte de Bizkaia se repitió por la tarde, ya que los organizadores suspendieron la manifestación que anualmente recorre las calles de Larrabetzu, así como el acto político que se suele celebrar a continuación para recordar a los gudaris muertos haciendo frente al avance las tropas franquistas. Sin embargo, se mantuvieron todos los actos festivos de la romería que los organizadores habían preparado y a los que no afectaba el auto de Velasco.
Únicamente se leyó un comunicado desde el escenario en el que se denunciaba este nuevo ataque a la libertad de expresión por parte de la Audiencia Nacional.
Al igual que ocurrió por la mañana en la cima de Bizkargi, agentes antidisturbios de la Ertzaintza se situaron en los accesos a Larrabetzu, aunque no se detectó la presencia de uniformados en el centro de la localidad.
En el auto de Velasco que prohibió los actos políticos del Bizkargi Eguna, el juez consideraba que se trataban de «actos de exaltación del terrorismo, clamuflándolos de reivindicación histórica, con los que se pretende también crear un clima de captación de jóvenes para integrarse en esa estructura terrorista y de llamar a la lucha armada».
En este sentido, Velasco destacó que los actos habían sido convocados bajo el lema «Gudaris de ayer, hoy y mañana» a través de cartelería y páginas web y aunque no constaba colectivo convocante ninguno, el juez la atribuyó a Segi puesto que aparecía una estrella roja de cinco puntas.
«Los homenajeados son todos ellos personas que ya han sido condenadas por integración o colaboración en la organización terrorista ETA, es decir, gente que nada tiene que ver con los gudaris vascos que en su día en el monte Bizkargi se enfrentaron con el Ejército de Franco», escribe el citado magistrado en su auto.
Y siguiendo esa curiosa interpretación «judicial», insiste en que, analizando las convocatorias desde 2007 -aunque el homenaje se realiza desde tiempos del franquismo-, se confirma que «tienen como objeto el enaltecimiento de terroristas de ETA y no de gudaris del ayer referidos a la Guerra Civil».
El monte Bizkargi, una cima de 565 metros de altura situada entre los municipios vizcainos de Larrabetzu, Zornotza, Muxika y Morga, acoge en su cima la ermita de Santa Cruz y dispone de unas impresionantes vistas de toda la comarca.
Debido a ello, se convirtió en un punto estratégico en la defensa de Bilbo ante el avance fascista en la Guerra de 1936. Los franquistas querían conquistar Bizkargi para instalar en su cima cañones para bombardear las fortificaciones que formaban el Cinturón de Hierro que protegía la capital vizcaina. Ante esta situación, los gudaris defendieron esta posición ante un Ejército mejor pertrechado, que, gracias a la intervención de la aviación y al apoyo de artillería pesada, pudo finalmente tomar la posición.
Como se ha hizo incluso en tiempos de la dictadura, en las últimas décadas son numerosos los vecinos de la comarca que suben cada primer domingo de mayo -en este caso se cambió la fecha por coincidir con el Primero de Mayo- hasta la ermita de Santa Cruz para homenajear a los gudaris que murieron en ese monte combatiendo contra las tropas franquistas. GARA