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ELECCIONES EN EUSKAL HERRIA

Iruñea, UPN frente al legado de Barcina

¿Quién tirará el chupinazo el próximo 6 de julio? UPN llega a las elecciones a la Alcaldía de Iruñea en cabeza, pero en precario por la gestión de Yolanda Barcina, que ha logrado el milagro de unir a la oposición, desde el PSN hasta la izquierda abertzale, varias veces. La sorprendente elección de Enrique Maya como sucesor y la ruptura con el PP aumentan su incertidumbre. Si baja su número de actas, todas las quinielas pueden estar abiertas.

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Ramón SOLA

La era Barcina (tres legislaturas, doce años) se ha acabado en Iruñea, pero su polémica gestión empapa todo el escenario preelectoral. Y también su decisión personal de designar sucesor a un técnico de Urbanismo sin experiencia como político, que no tiene carnet de UPN por el momento (aunque Barcina también empezó así y ha llegado a presidenta del partido) y que tampoco es joven precisamente (51 años).

La apuesta por Maya es una incógnita total. Ha descolocado a muchos miembros de UPN que esperaban que la sucesión se encomendara a «delfines» con experiencia política y a la vez juventud, como José Iribas o Juan Luis Sánchez de Muniain. Desde la oposición se entiende como una muestra más del personalismo de Barcina, que habría optado por alguien que no pueda hacer sombra a la imagen que ha labrado con mimo durante estos doce años y que la ha terminado impulsando tanto a la Presidencia de UPN como a la del Gobierno navarro.

El candidato tendrá que arremangarse para darse a conocer en esta campaña. Ha escenificado que está dispuesto a ello comenzando la campaña con un partido de pala en el popular frontón de la Mañueta, pero sigue siendo un perfecto desconocido para la mayoría de los vecinos de Iruñea. Y su aterrizaje ha sido accidentado además, al trascender las grandes desviaciones presupuestarias en el proyecto del Condestable, res- ponsabilidad de su Gerencia de Urbanismo. La ex alcaldesa argumenta que con Maya lo que se busca precisamente es reivindicar el cambio que ha experimentado la ciudad en estos años de gobiernos de UPN, pero ésta no es una percepción general, ni mucho menos: la realidad es que Barcina sólo ha priorizado algunas zonas de Iruñea frente a otras, creando barrios e incluso ciudadanos de primera y segunda categoría.

La alternativa, engrasada

Todo ello ha logrado el aparente imposible de unir a los grupos de la oposición en bastantes ocasiones; por ejemplo, en la repulsa del modelo de Policía Municipal encomendado a Simón Santamaría, ejecutor implacable de la política de Barcina.

Estas colaboraciones puntuales alimentan la posibilidad de un acuerdo para que UPN pierda la Alcaldía, pero todo dependerá en primera instancia del número de actas que logre retener Maya. En las últimas legislaturas Barcina ha estado al borde de la mayoría absoluta (12 concejales de 27 en estos cuatro años). Sólo si pierde terreno el PSN se vería más animado a implicarse en una fórmula alternativa.

Para ello ha escogido a Juan Moscoso, que ya fue cabeza de lista en Nafarroa al Congreso en 2008. El hijo del ex ministro y ex interlocutor con ETA Javier Moscoso resulta mucho más conocido por su labor en el Estado (ya sea como diputado o como tertuliano) que por su actividad política en Nafarroa, prácticamente nula. No se le vaticina un gran resultado viendo la tendencia a la baja que muestra el PSN en Nafarroa, incesante desde los tiempos de Javier Balduz hasta llegar a cuatro escasos concejales en 2007. Sin embargo, puede tener un papel importante por su posición en el tablero.

El ámbito progresista y euskaltzale aparece más pujante. Nafarroa Bai 2011 va a volcar su apuesta en Iruñea, donde cuenta con su mayor activo según todas las encuestas: Uxue Barkos. Pero Bildu es la marca de la ilusión, como se mostró en el llenazo del Anaitasuna del pasado sábado, ejemplificado también en las caras nuevas de Eva Aranguren y el pelotari Pello Martínez de Eulate. El reparto entre ambos tendrá que ver muy poco con el de 2007, cuando NaBai era quien cabalgaba en la ola y recibió muchos más apoyos que la lista de ANV (28.581 por 7.187). Y todo ello sin olvidar que IUN también puede volver al Ayuntamiento de la mano de Batzarre y con una candidata bregada en el movimiento vecinal: Edurne Egino.

El factor PP también será decisivo para definir el reparto de fuerzas. Es otro de los peliagudos legados que la era de Barcina deja a Maya. La ruptura del pacto con UPN en 2008 apenas tuvo efectos para el equipo de gobierno municipal, ya que sólo una concejala se cambió de bando, pero ahora es previsible un vuelco importante en perjuicio de los regionalistas. Si en el conjunto de Nafarroa se calcula que el PP puede llevarse en torno al 25% de los votos y la representación de UPN, este porcentaje debe ser mayor en Iruñea, donde el Opus Dei y sus instituciones (la Universidad, la Clínica, el CIMA...) ofrecen un amplio nicho de votantes, de cuadros y de simpatías al partido de Mariano Rajoy.

 

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