Los aficionados vascos a la meteorología, que son cada vez más, acumulan ya unos meses sumidos en un profundo anticiclón. Un invierno poco «invernal» salvo para la polémica factura de gas de Repsol, al que está siguiendo una primavera para nada lluviosa y fría como habían anunciado algunos -«Euskalmet prevé una primavera en Euskadi más lluviosa y con temperaturas por debajo de lo normal», rezaba un titular periodístico de mediados de marzo-. Abril ha vuelto a ser más de lo mismo, seco y con más calor de lo habitual. Pero eso sí, mayo parece traer la borrasca por el horizonte, aunque en estos últimos días no se vislumbre.

Masas de aire cálidas y secas procedentes del Norte africano han sido las culpables de que abril no haya sido mes de aguas mil. Al contrario, según Margarita Martín, responsable de Aemet en la CAV, «en promedio la temperatura media mensual ha sido cuatro grados superior al valor normal, y la precipitación ha quedado entre un 30% y 40% de lo normal». Y no hay que olvidar que abril de 2010 fue igualmente seco.

Este hecho ha dejado como datos para la estadística que varias efemérides meteorológicas se batieran el mes pasado. En el observatorio de Hondarribia, la temperatura media se situó en 16,2º, la más alta desde 1956. También en la estación de Bilbo este abril ha sido el más cálido desde 1947. Y otro tanto ha sucedido en la de Foronda, a las afueras de la capital alavesa.

En el territorio vizcaino ha sido el abril más seco de lo que llevamos de siglo, según los datos de Euskalmet; en zonas como Balmaseda no cayeron ni 20 mm en todo el mes. En Nafarroa, informa Meteonavarra, se han superado los registros termométricos de los últimos 30 años en numerosos puntos.

«Hemos acabado un mes de abril en muchos puntos tan seco como el año pasado, con precipitaciones que no han superado los 50 milímetros en muchos puntos, y han rondado esa cifra muchas localidades. La excepción han sido algunas zonas de montaña como Berastegi, donde han superado los 150 mm», resume al respecto Joseba Areitio, presidente de la asociación meteorológica Amillena.

No fiarse de los días de sol

Estamos ya próximos al ecuador primaveral y hasta ahora 2011 está siendo un año benigno, al menos para aquéllos que prefieren no pasar frío y huyen de la humedad. Pero por lo que parece, este revuelto mes de mayo que ya anda mediado será más inestable.

«Mayo se presenta marcado por la inestabilidad atmosférica y la llegada de borrascas atlánticas que van a provocar chubascos, algunos fuertes», vaticina Margarita Martín desde su atalaya del centenario observatorio de Igeldo. «Entre la llegada de una borrasca y la siguiente, habrá periodos de dos días de viento sur e insolación abundante», avisa para no confiarse demasiado de los días soleados.

Es decir, que de momento mayo parece que se comportará como suele hacerlo normalmente, con embolsamientos de aire frío en altura y tormentas irregulares... al menos ésa era la tendencia marcada para las primeras semanas. Por lo que se refiere a la temperatura, Martín confiaba en que serán las normales de esta época durante los primeros días de mes.

Un mes que, como avisa Joseba Areitio, supone entrar de lleno en época tormentosa, «lo que pondrá nerviosos a algunos con el tema de las alertas». Pone como ejemplo lo ocurrido el 24 de abril, domingo, cuando se sobrepasaron los 60 mm en Berastegi y los 40 mm en diversos puntos de Gipuzkoa, todo ello en apenas ocho horas «y sin que viéramos ningún tipo de aviso en las páginas web de los servicios meteorológicos». Incluso el agua caída en la cabecera de la cuenca del Deba llevó al aforo de Urkulu por encima del nivel de inundación.

Así las cosas, parece que comienza el trabajo duro para las agencias meteorológicas y toca afinar en sus alertas con las siempre peligrosas tormentas.