El consejero de Industria, Bernabé Unda, compareció ayer a petición de varios grupos en la comisión correspondiente del Parlamento de Gasteiz, para explicar la situación por la que pasa la empresa Epsilon, firma de automoción ubicada en el Parque Tecnológico de Miñano que se encuentra en situación preconcursal y acumula unas pérdidas de más de siete millones de euros.

Tras señalar que Epsilon ha recibido un total de 50 millones en ayudas institucionales pese a que «no ha tenido bases económicas nunca», expresó su «preocupación» por el compromiso adquirido por el Consejo de Administración del Parque de Miñano en marzo de 2009 en relación a las hipotecas que le concedieron Caja Vital y Kutxa por importe de 16 millones.

El parque -en el que el Gobierno vasco, a través de la sociedad Spri, es el socio mayoritario, con un 64% del capital- se comprometió a que, en caso de que la empresa no pudiera afrontar el pago de los mencionados préstamos, acudiría a subasta y pagaría por el edificio y el terreno una cantidad de entre 14,6 y 22,5 millones de euros.

De esa forma, el Ejecutivo calcula que las arcas públicas podrían tener que afrontar el pago de 28 millones de euros por los avales que en su día se concedieron a la compañía y por la situación que ésta atraviesa actualmente.

A la espera de conocer los informes de su Ejecutivo sobre esta materia, mostró su deseo de que «el negocio (de Epsilon) resurja», pero precisó que debe hacerse «sin engaños», al dejar claro que «el Parque no puede pagarlo».

Adelantó que, en el caso de que se opte por rescatar a la firma con ayudas públicas, él no es partidario de que se haga para que éstas «queden en manos privadas». «O se hace desde los fondos públicos si se determina que es un proyecto estratégico, o mediante fórmula público-privado, o con un plan de viabilidad realista, creíble e informando a Bruselas», planteó.

Notificación de desahucio

El consejero anunció también la remisión de una notificación de desahucio a la empresa para que desaloje cuatro pabellones que ocupa sin desarrollar «actividad alguna» y que actualmente cuestan a las arcas públicas unos 190.000 euros al año.

Unda subrayó las «excepcionales» y «más que favorables» condiciones de las que disfruta la compañía por el uso de estos locales. Epsilon, a condición de desarrollar una actividad tecnológica y empresarial vinculada al automovilismo, no paga renta alguna por dos de ellos, mientras que por los otros dos aporta una suma simbólica de 500 euros mensuales en concepto de alquiler.

El consejero de Industria se refirió también a la exclusión de Epsilon de la licencia para participar en el Mundial de Fórmula Uno, para señalar que «el modelo de negocio no es sostenible».

«Tenemos que replantearnos esta historia. Nos piden paciencia y cariño y, si el proyecto es capaz de reinventarse con un plan de negocio creíble y con un empresario dispuesto a aportar y capaz de convencer a las entidades financieras de su viabilidad, nos tendrá a su lado, en caso contrario no», advirtió de forma tajante.