Apurando la legislatura hasta el extremo, el Gobierno navarro ha decidido sacar adelante un proyecto urbanístico millonario al que se oponen el resto de formaciones políticas. Se trata del traslado del emblemático centro de formación profesional de Salesianos, ubicado en el corazón de la capital, hasta el extrarradio de Iruñerria. El proyecto no cuenta con mayoría en el Ayuntamiento iruindarra, por lo que el Ejecutivo foral lo calificó ayer como Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal (PSIS), hurtando así al Consistorio su capacidad de gestionar el futuro del centro y del solar.

Esta injerencia del Gobierno en las potestades del Ayuntamiento de Iruñea ha desatado críticas por parte de todo el espectro político desde que UPN anunciara sus intenciones.

El traslado del veterano centro formativo está motivado por la apreciación del valor del suelo en la zona que ocupan los Salesianos, terrenos que a día de hoy están destinados a la enseñanza y cuya calificación urbanística se cambiará para que se puedan construir sobre ellos viviendas de lujo. Con la plusvalía conseguida, se edificará un nuevo centro de formación profesional en Eguesibar. Para acallar las quejas que provocaba este proyecto, el Gobierno decidió instalar un Civivox en la nueva urbanización que se levantará en el solar de Salesianos. Sin embargo, el 90% del terreno se destinará a la construcción de viviendas de lujo (58.842 metros cuadrados, frente a los 3.000 metros que ocupará el centro cívico).

El detonante de la marcha del centro formativo fue la propia orden religiosa. Después de décadas ejerciendo la enseñanza en la calle Olite, decidieron ponerse en contacto con la constructora Flores para vender el suelo -cedido por el Ayuntamiento- y construir unas nuevas instalaciones en Eguesibar. Este primer escándalo se frenó. Ya no es Flores, sino el ente público Vinsa, quien dirigirá el proyecto. No obstante, poca diferencia hay, porque las viviendas no serán de VPO. Desde el Gobierno han anunciado que, si sobra algo de dinero al final, se invertirá en vivienda protegida.

Por otro lado, el candidato de UPN a la Alcaldía de Iruñea, Enrique Maya, anunció ayer, como una promesa electoral, la construcción del centro cívico.

Reordenar el centro de Iruñea

Declarar un PSIS es una facultad del Gobierno y esta figura se emplea cuando un proyecto es de grandes dimensiones y afecta a más de un ayuntamiento. No obstante, resulta muy chocante que sea el Gobierno quien decida cómo ha de urbanizarse el centro de la capital navarra.

Ésta no es la primera vez que el Ejecutivo interviene en pleno centro de la ciudad para evitar discutir proyectos polémicos. El último proceso ocurrió con el establecimiento de El Corte Inglés sobre un céntrico solar que, en la planificación urbanística de Iruñea, ya tenía un destino marcado: acoger la nueva Biblioteca de Nafarroa.